Capítulo 7

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Cuando desperté, sentí un fuerte dolor de cabeza, y no recordaba nada de lo que había ocurrido.

Me puse a observar la habitación mientras me esforzaba por recordar.

Era extraña. Tenía un deje medieval y aspecto muy antiguo, como las de las películas. Yo estaba sentada en una cama de madera tallada con preciosos grabados. El resto de la habitación también era de madera.

Mientras observaba, un recuerdo más fuerte que los demás asaltó mi mente dejándome paralizada. Un cuerpo en el suelo. Sally muerta.

Lloré durante mucho rato, pensando en que todos mis seres queridos desaparecían poco a poco ante mis ojos.

No voy a explicar lo que sentía en aquel momento, tan solo me limitaré a decir que imaginéis la pérdida más dolorosa que hayáis sentido, que recordéis como os sentíais y que lo multipliquéis por diez. Así era como yo me sentía después de tantas muertes de personas queridas.

Me habría quedado llorando en la habitación, pero un gruñido de mi estómago me recordó que estaba en ayunas y que necesitaba comer.

Cuando salí de la habitación, me encontré en una sala enorme con una gran mesa de comedor en medio.

Mis hermanos estaban sentados alrededor de la mesa con aspecto triste, se notaba mucho la ausencia de Sally.

No hablamos. Nos limitamos a comer en silencio mientras esperábamos a que entrara alguien a darnos explicaciones. Teníamos miedo.

Finalmente, entró Míriam, con feas heridas en cara y brazos.

Ni siquiera nos miró. Desayunó tranquilamente sin levantar la mirada de la mesa.

Cuando nos miró, se limitó a decir:

-Supongo que querréis una explicación.

Oscuridad luminosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora