Capítulo 63

4 0 0
                                    

Unos días más tarde, me reuní en la puerta de la Fortaleza con mis compañeros de misión, lista para encontrar los dichosos objetos del carajo. Allí nos esperaban unas cuantas personas que querían despedirnos (no muchas) y un mensajero de las Supremas, quienes no se habían dignado a aparecer.
-Traigo un mensaje de las Supremas de luz y oscuridad. -Dijo. -Sus señorías les recomiendan encarecidamente que no mueran ni se dejen secuestrar.
Y se fue.
¡Vaya morro que tenían! Al menos la última vez nos habían dado un discursito de ánimo, pero ahora no eso. Porque, vamos a ver, nosotros ya sabíamos que no teníamos que morir ni ser secuestrados, gracias. Qué no somos tan tontos. (¿He dicho tan? Ha sido un error, quería decir que no somos tontos).
Después de que el mensajero se largara, Mary y una un poco débil Jane acompañadas de Baby Jack (que hacía tiempo que no aparecía en esta mi historia) se acercaron a despedirnos.
-¡Chicos! Aún no me puedo creer que os vayáis a una misión sin nosotras, que malos sois. ¿Creéis que podréis sobrevivir sin que vuestras hermanas mayores estén allí para protegeros?
Miré a Mary, quién había pronunciado estas bonitas palabras.
-Creo que nos las arreglaremos perfectamente sin vosotras. -Le respondí con una sonrisa. -La verdadera pregunta aquí es si vosotras podréis aguantar sin nosotros, vuestros jóvenes pero responsables hermanos. No creo que seáis capaces.
-Que creído te lo tienes, Katie. Pero supongo que me lo merezco. ¡Chicos, cómo os voy a echar de menos!
Dicho esto, nos dio un gran abrazo, al tiempo que hacía malabares para que no se le cayera Baby Jack de los brazos.
-Ya veréis como la misión pasa volando, y estaremos aquí antes de que os podáis dar cuenta. Quizá hasta os traigamos un regalo de cumpleaños adelantado. -Dije.
-Espero que sí que nos traigáis un regalo, por vuestro bien. Si no, aquí dentro es difícil conseguir uno.
Me reí ante la reacción de Mary, mientras que Tony y Jane sonreían, y Baby Jack se reía también sin entender lo que pasaba. Era bonito sentirse de nuevo como una familia, y Tony y yo estábamos a punto de arruinarlo al irnos a quien sabe dónde. Porque, sí, aún no nos habían dicho a donde íbamos.
Habíamos supuesto que las Supremas vendrían y nos lo dirían, pero solo había aparecido el dichoso mensajero con el dichoso mensaje inútil, y ahora no teníamos ni idea de adónde ir.
Pero comenzamos a caminar hacia la barrera, y cuando llegamos, había un pergamino flotando a dos metros del suelo. Jamal, que era el más alto, levantó los brazos y lo recogió.
-Dice que hay... ¡UNA LISTA DE LUGARES! Nadie había dicho que hubieran varios lugares para buscar, ahora entiendo que las Supremas no hayan aparecido. Seguro que no querían estar presentes cuando nos enteraramos. ¡Nos llevará semanas!
-Bueno, Jamal, las Supremas nos dijeron que sería una misión rápida, y no creo que nos mintieran. ¿Puede ser que ponga algo más? -Dije.
-Los lugares están numerados por orden de probabilidad. Ya sabéis, los lugares donde es más probable que estén los objetos y los que menos.
-Vale, pues empecemos por el menos probable.
-¿Se te ha ido la olla? -Jamal me miró alucinado. -El orden está por algo, es casi seguro que no habrá nada en el lugar... menos... probable... -Se dio cuenta mientras lo decía. -Empiezo a creer que no eres del todo tonta.
Ignoré el último comentario, y me dispuse a explicar mi razonamiento a los que no lo hubieran pillado (eso también va por vosotros, seguro que hay alguien que no sepa de lo que hablo).
-Es la ley de Murphy, ya nos pasó en la misión anterior. Si algo puede salir mal, saldrá mal, y si buscas algo, estará en el lugar menos pensado. No falla nunca. Así que deberíamos mirar en el lugar con menos posibilidades de esa lista. ¿Cuál es?
Jamal miró el pergamino que tenía en las manos.
-Eeeee, aquí habla del Sáhara.
-¿El Sáhara? Dios mío, que calor, no sé si podremos aguantarlo, quién sabe cuánto tendremos que quedarnos allí.
-No te preocupes, Esther. Las Supremas no nos han abandonado del todo. -Sonrió Jamal. -Hay una sorpresa esperando al otro lado de la barrera, si lo que pone aquí es correcto.
Movidos por la curiosidad, cruzamos el escudo que separaba la Fortaleza del resto del mundo

Oscuridad luminosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora