-Owen estás haciendo un magnífico trabajo!- Kenneth O'Brien era un hombre de pocas palabras pero sabía cómo inspirar confianza en sus empleados.
A pocos pasos de él, su hija Mel se sonrojó en tanto simulaba recoger unos papeles para la administración.
Extrañamente Owen se sentía incómodo, no solo por la atención de Mel, sino por una sutil tensión dentro de los plazos de trabajo y por la ausencia de personas con intenciones de adoptar a los animales. Kenneth solía contar distintas anécdotas y aclaraba que el mismo dejaba a los perros en los hogares seleccionados para asegurarse el bienestar de los animales.
-Terminado el día?- le preguntó Max, uno de los encargados del alimento. Era un joven muy voluntarioso que solía estar mirando demasiado el piso tratando de pasar desapercibido. Owen le sonrió -Si...hoy se hizo muy largo...
-Tal vez podamos ir a tomar algo? Va a ir Mel- dijo Max guiñando un ojo.
-Mmmm no creo
-La tenés amigo
-No estoy interesado...
-Ella no parece haberse dado cuenta. Vamos amigo, un par de cervezas no son nada
Owen miró su celular para comprobar que no tenía mensajes y decidió acompañarlos.El bar estaba casi vacio, solo un par de parejas en el fondo jugando pool otorgaban un ambiente menos lúgubre al lugar. La música country saliendo de la antigua rockola convertía a todo en un clishe.
Mel se sentó junto a Owen, casi rozando su brazo y sonrió -Me alegra que hayas venido.
Él asintió y busco a Max para evitar seguir estando solo con ella, lo vio en la puerta hablando por celular riendo y se dio por vencido.
-Ehhh, estuve pensando....si no tenes planes para Navidad...podrías pasarla con nosotros- susurró Mel aceptando la cerveza que les acaban de servir.
Owen bebió un par de tragos antes de responder -Gracias, en serio pero estoy esperando - recordó que habían sido muy insistentes en saber si estaba casado y decidió no decir todo- una amiga está llegando...nos conocemos hace años es amiga de mí hermana...
El rostro de Mel se decepcionó brevemente -Claro, te entiendo.
Max llego justo cuando se habían quedado extrañamente en silencio. Owen por no entender porque no había podido hablar de Claire y Mel por creer que él tenía una relación con alguien.Claire llegó al trailer pasadas las diez de la noche. Le llamo la atención que Owen no estuviese pero estaba tan agotada que decidió entrar y esperarlo. Quizás algo lo había demorado en el trabajo.
Encendió la luz de la cocina y buscó el café para quitarse en frío del cuerpo. Llamó varias veces a su celular y la llamada terminó el buzón.
Claire caminó hasta la habitación y se quedó mirando la pila de ropa sin ordenar. Lentamente empezó a doblar cada prenda no sin antes hundir el rostro en cada una de ellas para empaparse de los aromas conocidos. El motor de un auto la sacó de su pequeño ritual y se asomó a la ventana para ver a Owen bajar de una camioneta desconocida. Una mujer se bajó del lado del conductor y lo saludo con un cálido beso en la mejilla y un abrazo. Algo en Claire se paralizó...
ESTÁS LEYENDO
Vainilla Y Otras historias
RomanceLa obsesión de Owen por el perfume de Claire da inicio a la historia de amor entre ambos. Un vínculo tan fuerte que no logra romperse