Owen volvió a trabajar con el mismo apego al reglamento que lo había caracterizado al principio de su proyecto y que había impresionado al mismo Sr. Masrani por lo innovadora y eficiente rutina con la que se relacionaba con los raptores. Pasaron unas cuantas semanas hasta que comenzó a sentir que la esperanza de volver a ver a Claire se desvanecía como lo hacía el perfume de vainilla aun impregnado en la camisa que llevaba puesta la noche en que la beso.
Conforme pasaban los días, el mal humor iba agravando el carácter de Owen y focalizar toda la atención en el trabajo ya no lograba disipar su carácter. Más de una vez Barry lo compadeció deslizando por lo bajo -Debe ser una mujer muy especial- decía y su compañero se alejaba bufando sin mediar palabra.
Entonces todo se desato. El Sr. Masnari insistió a Claire en tener la opinión de Owen Grady con respecto a la seguridad de la jaula de la Indominus y apretando los puños tuvo que realizar la visita que había estado evitando.
Antes de bajar del auto Claire respiro profundamente y mental y físicamente se colocó el rol inquebrantable de jefa pero lo pudo parecer demasiado distante. Sin que Owen la viera, arregló su cabello con delicadeza para causarle una buena impresión.
Owen estaba demasiado enojado para dejarse dominar fácilmente. Reaccionó tratando de provocarla con insinuaciones y palabras de doble sentido, pero la dinámica de las ocupaciones de la manager del parque, el stress de tener que pasar tiempo con sus sobrinos habían elevado sus barreras a niveles infranqueables.
-Podemos discutirlo en mi bungalow- deslizó Owen con picardía pero no obtuvo el resultado esperado y eso lo sacó de quicio e intento bloquear la atracción que sentía relativizando el conocimiento de su jefa sobre el comportamiento animal. Pero esas palabras hablaban más de sí mismo que de los dinosaurios.
Claire pretendía utilizar todos los recursos administrativos para obligarlo a acudir a la jaula de la Indominus como le había solicitado el Sr. Masrani e Intentaba dejar pasar las insinuaciones escudada en la fachada del trabajo pero el fantasma de una sonrisa siempre deambulaba en sus labios.
Lentamente el perfume de Claire fue aplacando el enojo del entrenador de velocirraptors y decidió acompañarla antes de que volviera a ordenárselo. -Mejor será que te cambies la camisa, son sensibles al olor. Te espero en el auto- dijó ella sabiendo que podía persuadirlo más allá de las obligaciones. En ese instante Owen se dio cuenta de que había descubierto en parte su obsesión.
Owen volvió a ponerse nervioso y se sentó en el auto con la firme convicción de no dejarse manipular o manejar. Tratando de mantener la distancia sensorial suficiente para no demostrar debilidad. El aroma del perfume de vainilla lo envolvió. Claire aferró las manos al volante pero no arrancó el motor. Comenzó a hablar en voz muy baja.
-Desde que tengo memoria me ha tocado luchar por las cosas que deseo en mi vida-Claire hablo casi susurrando con la mirada baja como si algo la avergonzara- Fui la hija más chica y nadie me tomaba en serio aunque tuviera los mejores resultados en el colegio. Necesite el doble de carácter para soportar no ser popular ni muy deseada por los chicos. Al fin estoy en un lugar importante. Soy la única mujer con un puesto gerencial dentro de la corporación de Masrani, nadie me ayudo a llegar a donde llegue. Tuve que trabajar el doble que muchos hombres. No es mi intención parecer tan arrogante, es parte de mi trabajo, de la imagen por la que me respetan. Necesito que mantengamos distancia mientras todo esto se resuelve.
Owen se quedó estático por el poder de la confesión de Claire pero una sensación de amargura se enredó en su garganta -Deberías haberme dicho esto mucho antes. Antes de que llegara al límite de casi enloquecer en este juego de idas y vueltas. ¿Ahora vamos a fingir que no nos conocemos?
Las manos de Claire se aferraron con más fuerza al volante, con tanta furia que los dedos se pusieron blancos -No. Eso no. Solo te pido que solucionemos este tema primero sin ponernos en el medio. Mis sobrinos están de visita. Masrani está insistente. Hoskins es una maldición en mi vida y apenas me alcanza el tiempo para entender lo que hace Wu en ese maldito laboratorio de científico loco!.
Owen estallo de risa y volvió a reconocer a la Claire con la que estaba completamente perdido. Suspiró aliviado -Cuando todo esto termine. Cuando se vayan tus sobrinos. ¿Podemos tomar un café?- le preguntó con ingenuidad. Claire asintió con una delicada sonrisa plena y lo beso impulsivamente.
El beso, a ambos, les dio la terrible sensación de ser a la vez un comienzo y una despedida. Los ojos verdes de Claire se empañaron tenues y Owen respiró profundamente el perfume de su cuello mientras murmuró -Ye estoy olvidando que nos conocemos.
Claire rió con mucha naturalidad como lo había hecho la noche de la terrible primer cita y encendió el motor para encaminarse hasta la jaula de contención de la Indominus.
El hombre de seguridad los escucho hablar de los procesos de crianza del nuevo dinosaurio y trato de no parecer nervioso ante la presencia de su jefa, su reputación ante el personal era de temer y es por eso que no fue capaz de ver un gesto tan femenino como vanidoso cuando volvió a arreglarse el cabello mientras hablaba con Owen.
La nueva atracción, la Indominus Rex resulto ser más astuta de lo que se esperaba a y simulo haber escapado para atacar a quienes ingresaran en la jaula. Mientras Claire se dirigía en su auto a toda velocidad hasta centro de control la feroz dinosaurio se lanzó a la caza de Owen y los dos empleados del complejo.
Claire no podía contener la desesperación al escuchar los peores sonidos de deglución provenientes de la comunicación del puesto de control con la jaula. El corazón se detuvo por completo. Owen podría estar muerto.
Cuando traspuso las puertas del centro de control las miradas contrariadas de los operarios comprimieron el aire en los pulmones de Claire. Necesito reunir las últimas fuerzas que le quedaban para terminar el trabajo, asegurando que todo estaría bien, cuando tenía la temible sensación de que Owen había muerto.
Con el espanto en el cuerpo y la ropa empapada de gasolina Owen se dirigio al centro de control con una furia incontenible. Someter a un animal a tratos carcelarios para beneficio del mercado era algo que no podía soportar y, no podía tolerar que Claire hubiese seguido esas infames órdenes con tal de conservar su trabajo.
Cuando Owen entro al centro de control logro darse cuenta de que Claire volvió a respirar y que sus ojos se colmaron de lágrimas aun cuando estaban discutiendo de la peor forma. Necesito todas sus fuerzas para no acercarse y sacudir los hombros de su jefa y hacerla reaccionar. Termino saliendo del lugar frustrado por no lograr que comprendieran que todo podría empeorar.
Claire había perdido a sus sobrinos, la desesperación se apodero de todos los aspectos de su figura profesional y hasta intento utilizar su influencia para localizarlos. Nada dio resultado entonces vio a Owen en las cámaras de una de las salas de exposición. Estaba discutiendo y gritando con un guardia de seguridad. Conocía la modalidad de su temperamento cuando discutían.
Owen estaba a puno de tomarse a golpes de puño cuando intento por última vez contenerse y salir del lugar. Entonces la vio y no pudo evitar llamarla por su nombre, aun mientras la ira fluía por sus venas. Cuando le dijo que lo necesitaba su mundo volvió a girar. En sus ojos otra vez las lágrimas demostraban que era una persona diferente bajo el inmaculado traje del trabajo.
Claire sintió una terrible vergüenza al no saber las edades de sus sobrinos y no pudo contener las lágrimas cuando Owen la tomo de la mano -Este trabajo es...es toda mi vida...deje todo...-explico con un hilo de voz. Owen la alejo de la gente y le seco las lágrimas mientras la miraba a los ojos con comprensión. Claire ordeno su cabeza y pudo indicarle el lugar en donde encontrarían un auto para salir a recorrer el parque.
En el garaje del centro de control encontraron un jeep disponible antes de subir Claire se volvió y abrazo a Owen totalmente estremecida -Pensé que habías muerto- susurro y derritió por completo la furia del entrenador que volvió a dejarse llevar por el perfume de su cabello mientras las estrechaba en sus brazos.
-Shhh. Estoy bien. Siento haberte gritado. Es que...dios...sos imposible-Dijo Owen antes de volver a besarla brevemente-Vamos por tus sobrinos.
Gracias chicos por siempre leer mis historias. Más por venir, en esta historia y en las demás.
ESTÁS LEYENDO
Vainilla Y Otras historias
RomanceLa obsesión de Owen por el perfume de Claire da inicio a la historia de amor entre ambos. Un vínculo tan fuerte que no logra romperse