-Recordame porque estamos haciendo esto?- pregunto Claire con las mejillas Rojas por el apuro y el trabajo en la cocina.
Owen la ayudaba corriendo de su camino los utensilios y los ingredientes usados -Primero, porque sos la mejor y segundo porque si no encontrás algo para hacer me vas a matar- aseguró con una sonrisa.
La cocina del tráiler no era tan grande como la de la casa pero ambos se sentían mejor al haber dejado atrás los recuerdos atados a la casa.
-Listo. Terminé. Ahora sólo queda la decoración y estamos- dijo Claire mirando con satisfacción su postre terminado para el concurso de repostería en el que se había anotado por insistencia de Owen.
Después de dejar atrás el pueblo en donde habían vivido casi por dos meses, se decidieron a pasar un tiempo en una pequeña comunidad de Campo en un sector de camping de trailers. El alquiler era barato para su situación actual. Los depósitos de Masrani se habían detenido en una larga auditoría y debían subsistir con sus ahorros mientras tanto.
Owen aún tenía la férula y las heridas estaban sanando lentamente. Se sentía por momentos inútil e incapaz de hacer cosas sin la intervención de Claire. Detestaba sentir dependencia y por momentos se volvía hosco y caprichoso. Peleaban con más frecuencia por cuestiones irrelevantes como el argumento de una película, el robo de la frazada durante la noche o oprimir la pasta dental por el medio.
Claire pasaba mucho tiempo leyendo. Tratando de evitar conectarse con Owen para terminar discutiendo pero ni bien se percataba de que la necesitaba, lo ayudaba al Punto de mimarlo como un bebé. Siempre terminaban abrazados, riendo y olvidando con cada beso, cada discusión.
-Vas a patearles el trasero!- aseguró Owen abrazándola por detrás y dándole un beso en el cuello. Claire sonrió y se hundió en sus brazos.
El sol del otoño era luminoso pero más frío. La tienda en donde debían presentarse los concursantes era bastante espaciosa y estaba llena de gente. La mayoría de las concursantes se conocían entre sí y se apoyaban en cada una de las etapas del concurso. Ahora sólo quedaban tres de ellas y el final era una presentación libre. A Claire parecía no afectarle el hecho de prácticamente ser ignorada por las demás. De hecho lo veía como un desafío personal, una situación que podría revertir con su talento y encantó, cosa que de momento no parecía estar dando resultado.
Owen se sentó cerca del jurado. Se sentía impaciente y miro el reloj varias veces, cuando levantó la vista vio a Claire llegar con su preparación, con jeans ajustados una camisa blanca y sus inmejorables tacos negros. Se sonrojó involuntariamente y trago con fuerza. No necesito volverse para saber que todos los presentes, sobre todo los hombres, la estaban mirando. Su sonrisa era impecable y a diferencia de esa postura encantadora, que solía usar con los inversionistas, está parecía más relajada y juvenil. Aunque no fuera posible se volvió a enamorar.
-Estoy bien?- pregunto Claire cuando se sentó al lado de Owen que tardó bastante en contestar embobado por su preferencia y por la sensación de sus dedos enlazándose juntos -Ehhh...si...hermosa- dijo finalmente y la beso ligeramente para no estropear el tenue maquillaje.
El jurado empezó a deliberar sin conocer que participante había realizado que presentación para así garantizar la transparencia del resultado.
-Creo que puedo ganar- aseguró Claire con convicción -el tiramisú es mí obra letal!.
-No lo sé. Nunca lo hiciste para mí- se quejó Owen con un gesto de capricho fingido.
-Tengo uno especial para vos en la heladera. Lo hice con más ganas- dijo Claire con una sonrisa pero la confundió la negativa de Owen -Apuesto cien dólares a que todas tus ganas están en ganar el concurso. Está en tu naturaleza. Claire Dearing no pierde nunca!
Ella río con tantas ganas que varias personas se volvieron a verla, se encogió de hombros y pidió disculpas. Se apoyó en el brazo de Owen para disimular sus nervios.
Cuando anunciaron a Claire como la ganadora los aplausos fueron tímidos al principio pero luego se volvieron más potentes. Owen la abrazó con orgullo y prácticamente la levantó del piso cuando la beso con demasiada efusividad para el público presente.
-Veinte mil dólares! Qué suerte!
-Felicitaciones!
-Qué bueno es tenerlos en nuestra comunidad.
-Que increíble receta!
-Son pocos los jóvenes que se adaptan a nuestra mini ciudad
-Tenes mucho talento cariño!
-Están pensando en casarse pronto?
-Un bebé los haría tan felices
Claire y Owen intentaban sortear todas las preguntas y expresiones de sus vecinos con la mayor amabilidad posible. Lo bueno de la caótica situación era que ninguno parecía reconocerlos pesé a su exposición en los medios y eso los relajaba. De todas formas pensaban quedarse un par de días más antes de seguir de viaje.
-Me duele la cara de reír tanto- le dijo Owen lo bajo antes de recibir un codazo de Claire en las costillas.
Esa mañana conocieron a Kevin y Susan, retirados y afectos a la pesca. A Stan, un vendedor de antigüedades y Kimberly una ex modelo que había dejado la fama para vivir de las recetas naturales y las flores de Bach.
-Una pregunta más y me desmayaba- aseguró Owen cerrando la puerta con el codo intentando ocultar un pulso de dolor en su mano. Claire se volvió preocupada y miro el reloj -El analgésico- dijo y busco las pastillas y el agua.Owen se dio vuelta en la cama por enésima vez. Estaba aburrido, agotado y harto de la férula, del dolor, de estar cerca de Claire y no poder tocarla por su testaruda decisión de no lastimarlo más.
Necesitaba distraerse y recordó que aún le quedaba tiramisú para comer. Era cierto que era un arma letal tal y con solo rememorarlo salió de la cama como un resorte.
Se apoyó junto a la ventana para observar la noche y comer el resto del postre. Entonces vio que frente a su remolque estaba el de Kimberly, la modelo retirada, la veía caminar un poco atontada con una copa a medio tomar en la mano izquierda. Su cabello estaba enmarañado, el maquillaje corrido y un hombre la abrazó a modo de despedida -No puede ser- susurró Owen sonriendo cuando reconoció a Kevin. Pero definitivamente lo que lo hizo ruborizarse y abrir los ojos como platos fue ver, allí también a Susan y Stan besándose -Que mierda!- dijo en vos alta.
-Estas tan aburrido que espías a los vecinos- dijo Claire con la vos aún dormida
-No vas a creer esto...- susurró Owen acercándola a la ventana.
Claire se tapó la boca riendo -Swingers!- dijo asombrada y terminando de despabilarse del todo.
-No...no...esto es mío...me lo prometiste- replicó Owen pero se rindió en el mismo instante en que lo acarició en la mejilla -Esta bien- dijo y le dio la cuchara señalando a sus vecinos- pero nos vamos mañana porque no me gusta compartir- le aclaro mientras la abrazaba por la cintura.
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Vainilla Y Otras historias
RomanceLa obsesión de Owen por el perfume de Claire da inicio a la historia de amor entre ambos. Un vínculo tan fuerte que no logra romperse