Vainilla Y Otras historias

El llamado (Tercera Parte)

Owen dejo la ropa doblada junto al árbol más cercano al arroyo, observando de costado como Claire se desvestía parcialmente cubierta con las hojas de un arbusto. 
-No hay nadie y además ya te vi desnuda tantas veces que podría hacer un identickit para la policía!
-Owen!! No tengo vergüenza de que me veas! Quizás haya otros campistas. No lo pensaste?
Owen se encogió de hombros y se paró frente al arbusto para obligarla a salir -No hay nadie y si hubiese, no me importa.
Claire se cubrió con las manos antes de salir del arbusto, mirando hacia todos lados. Owen le tendió la mano pero no la acepto con tal de no dejar de cubrirse.
-Un oso!- grito Owen y del susto Claire dejó de cubrirse y no fue capaz de escapar de él cuando la levantó sobre su hombro y corrió hacia el arroyo.
-Sos hombre muerto Grady!!
El agua estaba helada, Owen sintió el impacto seguido de ese impulso vital que provocaba el frío al nadar.  Cuando salió a la superficie se encontró con la mirada asesina de Claire que se acercó para volver a hundirlo. Owen le dejo creer que había ganado y permaneció bajo el agua para planificar su venganza. Su idea era tomarla del tobillo y arrastrarla con él pero de pronto comenzó a sentir un peso extraño. Recordó un llanto y un susurro. Un llamado profundo que lo empujaba extrañamente hacia el fondo. El miedo se extendió por su cuerpo como una maldición como una presencia tangible. Recordó el entrenamiento que lo había hecho un nadador confiado. Focalizó su atención, relajo los músculos y concentró la fuerza para salir a la superficie. El primer intento lo hundió de forma anormal. Cerró los ojos y volvió a intentarlo con el mismo resultado. Antes de caer definitivamente en el terror, expulsó el aire en sus pulmones y la fuerza combinada con la lucha de sus extremidades lo subió a la superficie.
Se abrazó tan fuerte a Claire que estaba seguro de haberle dejado marcas. Jadeando, apoyó la frente en su cuello y cerró los ojos disipando la temible idea de no volver a verla. Esa sensación que lo agobio por segundos bajo el agua fue intensa y extraña.
-Todavía estoy enojada!!- le dijo Claire luchando por escapar de sus brazos. 
-No...por favor amor...no- suplicó Owen.
Claire se quedó estática, sorprendida por su miedo, deslizó los dedos a través de su cabello comprobado que la tensión se diluía lentamente. Cerró los ojos cuando los labios de Owen se desplegaron en miles de besos  sobre la línea del pulso. Esa necesidad vital le recordó los días posteriores al incidente. La forma en la que Owen la buscaba para asegurarse de que aún estaba viva, cómo se refugiaba en su cuerpo para sentir su respiración, los latidos de su corazón y sanar el trauma a medida que se conectaban. Abrió los ojos y busco su mirada -Estas bien?- le preguntó una y otra vez hasta rendirse una vez que los dedos de Owen subieron por las vértebras de su espalda, memorizando cada pequeña hendidura así como la  textura de su piel.
-O o Owen?
Owen suspiró sobre sus labios antes de besarla profundamente y dejar que el deseo enmascarara el miedo que había experimentado.
Volvió a sentir ese impulso que le quemaba las venas, que transformaba la realidad en un limbo atemporal en el que el único terreno era el límite de sus propios cuerpos. Claire se lamentó internamente por no tener el control de sus emociones y olvidar el presentimiento de que algo le pasaba a Owen pero, a lo largo de los últimos tiempos, había descubierto que la energía que los separó era casi tan poderosa y aterradora como la que los unía. 
-Ehhh!!!...chicos!!!...No se puede nadar sin ropa y mucho menos eso!!!.
Owen intento proteger a Claire de la vista del guardabosques que acababa de sorprenderlos -Te voy a matar!!- la escuchó decir mientras le pegaba en las costillas.

El guardabosques se acomodó el sombrero de espaldas, mientras Owen y Claire se vestían -Lo lamento chicos, entiendo las necesidades de los recién casados pero no puedo permitir ese espectáculo...ustedes son los únicos campistas pero solo de momento.
Claire tiraba de la ropa sobre la piel mojada, con las mejillas encendidas -Porque todos siempre creen que somos recién casados?!- susurró.
-Debe ser porque no me sacas las manos de encima! -bromeó Owen sintiendo que los dedos de Claire tiraban del cabello de su nuca -No será porque sos tan insoportable que la única manera de que me tengas sería con un anillo?!
Ambos se miraron desafiantes intentando competir con quién sería el último en sonreír.
El guardabosques los observó desconcertado y no pudo saber cuál de los dos rió primero y sin proponérselo se contagió.
Owen se arregló la ropa y le tendió la mano con amabilidad -Owen Grady, señor. Siento mucho lo que pasó...
-Lou McKenzie -el guardabosques se quitó el sombrero y después de estrechar la mano de Owen saludo a Claire que se arregló el cabello nerviosa -No estamos casados!- dijo señalando alternativamente a Owen y a si misma. Y de inmediato se dio cuenta de que había antepuesto la aclaración a la presentación. Sonrió incómoda y sonrojada -Claire, Claire Dearing
El guardabosques se aclaró la garganta, volvió a ponerse el sombrero y habló sobre las precauciones que debían tener en el predio mientras los acompañaba al trailer.
-Somos...somos los únicos?- pregunto Owen poniendo las manos en los bolsillos.
Lou se volvió intrigado por la pregunta -Si...no me atrevo a preguntar que tenía planeado señor...
Owen levantó las manos -Juro que nada. Lo juro...solo que me pareció que quizás había alguien más...
-No en esta época...
Claire miró el cielo despejado y la vegetación frondosa y frunció el entrecejo -Hay un buen clima, porque no es época?...hay osos?
Owen dio vuelta los ojos sin que lo viera y el guardabosques pareció no escucharla.
-Digo, porque vinimos precisamente por este clima...- insistió Claire y el guardabosques se detuvo con las manos en la cintura -Son las malditas leyendas urbanas señorita...un puñado de locos en internet empezaron una ola de rumores sobre fantasmas en este lugar. Arruinó la reputación de nuestro parque!
Owen trago saliva, sintiendo un frío repentino subiendo por su espina -Fan...un fantasma?- pregunto con cautela observando como Claire se cruzaba de brazos descreída.
Lou se volvió a quitar el sombrero y contó pausadamente el relato que hablaba de la muerte de una joven mujer en los años 50' -Quizás se enteraron de la historia por sus abuelos o por los archivos del Diario, lo cierto es que comenzaron a alimentar la historia inventando que distintos campistas habían sentido llantos en la noche y habían terminado al borde del lago en las horas más frías de la noche...no pensaron que eso aniquilaría a nuestro pequeño poblado. Ya casi nadie viene al parque.
-Lo lamento -se solidarizó Claire- es un parque hermoso.
Owen asintió pero sus hombros estaban tensos y su rostro demasiado pálido.