-No me interesa que clase de negocio tienen o si son exitosos en el. A la gente le interesa saber cómo se puede seguir adelante con las manos llenas de sangre...
-Señor con todo respeto, ellos no mataron a nadie...
-Ellos no, es verdad, ella como cabeza de una compañía...ella tiene toda la responsabilidad y quiero verla dar explicaciones...
-El juicio...
-La justicia no tiene la última palabra...por eso existimos nosotros...somos periodistas David, no lo olvides.
El joven periodista asintió sin convicción y salió de la oficina de su jefe arrastrando los pies. Al menos le quedaban un par de semanas para presentar el informe sobre el aniversario del desastre en Jurassic World y quizás algo del espíritu sensacionalista de su jefe se despertará en él.Claire desvió el golpe y con un giro de la muñeca, capturó el brazo de Owen y lo llevó rápidamente hacia atrás doblandolo en su espalda con un ángulo doloroso.
-Ahhh...soltame...ya está!- suplicó Owen y no pudo ver la sonrisa triunfal de Claire al retenerlo -Claireeee!
-Pense que en la marina te enseñaban a soportaban más- finalizó Claire soltando a Owen dándole un pequeño beso en la comisura de los labios para contrarrestar el exagerado dolor que fingía al frotarse la muñeca.
Sherry se acercó a dejar la bandeja con las últimas tazas -Menos mal que ya no quedaban clientes para verlos practicar lucha libre!
-Es culpa de ella! Es una asesina encubierta!
Claire se encogió de hombros -Tuve un buen maestro...- dijo sonriendo en tanto cerraba la caja.
-Vamos al gimnasio?- le preguntó Sherry sin ganas y la mirada de Claire instintivamente se desvió hacia Owen y las sospechas que ambos compartían.
-Ehhhh...hoy no...
-Ufff mejor, yo tampoco tengo ganas- dijo Sherry aliviada y se perdió en el pasillo de los lockers para cambiarse.
-No le dijiste?- preguntó Owen.
Claire negó y lo miró pensativa -Por ahora solo son cosas que pensamos. Kevin no tiene una descripción de su reloj ni quiere involucrarse. Te lo dijo...
-Tengo que encontrar la forma de hacerlos caer...
-Ni se te ocurra...no sos policía ni nada de eso. La última vez que hiciste algo así muy bien no salió!
Owen bajó la vista atado al recuerdo de haberla visto golpeada -Lo lamento...
Claire se acertó y lo abrazó por la cintura sin dejar de verlo a los ojos -Te pedí que me enseñarás algo de defensa personal porque no quiero pasar por lo de antes...puedo defenderme y quiero que lo sepas...
Owen sonrió con orgullo y le beso la frente -Nunca lo dude.Frente al bar Evan y Trevor bajaron sus capuchas y cruzaron corriendo.
Habían discutido si dar ese golpe una y otra vez pero se sentían confiados en su potencial físico y habían estudiado el negocio.
Llevaban haciendo lo mismo muchos meses. No los motivaba el dinero, que a veces era escaso o inexistente. Los insentivaba el peligro, sentir que eran superiores a otros trazando planes y tomando sus pertenencias haciendo un destrozó o golpeando hasta conseguir lo que querían.
Trevor abrió de una patada la puerta del bar y sintió el peso del arma en la cintura. Había algo en los dueños de ese lugar que lo hacían sentir miedo. Por eso había guardado el revólver, por si la pelea se ponía complicada.Owen y Claire escucharon el golpe y se separaron al instante. Casi como un reflejo, el ex marine se abalanzó sobre la figura más grande y Claire lo siguió desidia cuando se enfrentó al encapuchado más bajo.
Los ruidos de la pelea alertaron a Sherry que sintió que el miedo le cerraba la garganta. Por un segundo no supo que hacer pero se escondió en el baño y llamó al 911 mientras cerraba los ojos e imploraba en silencio que nada pasará.
Owen golpeó tantas veces a quién sospechaba era Evan que verlo tambalearse lo llenó de ánimo y de reojos miró que Claire se zafaba en el piso de la presión del otro encapuchado y le acertaba un golpe en la nuez de Adán que lo hacía caer de rodillas.
Entonces se escuchó una maldición, el aire se volvió más pesado, cargado de un presentimiento y le provocó un frío repentino. Claire se detuvo por instinto, no era la primera vez que veía un arma. Tampoco era la primera vez que alguien le apuntaba temblando y cuando dió un paso hacia adelante para desarmar al ladrón no dio crédito a sus propios oídos el escuchar el estruendo del el disparo mezclado con el grito de Owen. Un dolor profundo le quitó el aire de los pulmones y contuvo las lágrimas para tratar de localizar el impacto. Podía sentir la sangre fluir en su brazo, el dolor se hacía más y más agudo y cuando estuvo a punto de caer Owen la tomó en brazos y se sentó en el piso con ella.
-Me...me duele mucho...- susurró Claire sintiendo de pronto que la adrenalina de la pelea cedía y el cansancio le reclamaba.
Sherry se tapó la boca y las lágrimas fluyeron de sus ojos de forma descontrolada. Owen apenas vio el celular en su mano le gritó que pudiera una ambulancia.
Owen volvió la vista a Claire, sus ojos estaban empañados y adormecidos. Buscó la herida, que localizó en la parte superior de su brazo izquierdo, y trató de dejar de lado los años de entrenamiento en el ejército que le habían enseñado que un disparo en un brazo o una pierna podía ser más mortal de lo que se pensaba.
-Va...va a estar todo bien amor- intentó darle confianza sintiendo que el miedo lo empujaba a llorar.
Claire sonrió sin fuerzas, estaba pálida y temblorosa. Los párpados le pesaban, necesitaba dormir a pesar del dolor. Owen comprimio la herida -Eh amor, escúchame...
Claire apenas podía enfocar la vista pero con esfuerzo lo miró a los ojos.
-Cuando...cuando estuve en la...en la marina -comenzó Owen acariciando su pómulo- vi amanecer en mucho lugares...todos hermosos...en ese momento cuando el sol...cuando se vuelve Rojo y consume la noche, es algo maravilloso...pero...pero...nada fue más hermoso que ver el amanecer a través de tu cabello cuando te vi por primera vez en la isla...
Claire sonrió cansada, intento levantar la mano para secar las lágrimas de Owen pero su mano cayó inerte. El sonido de la ambulancia arrullo su sueño.
ESTÁS LEYENDO
Vainilla Y Otras historias
RomansLa obsesión de Owen por el perfume de Claire da inicio a la historia de amor entre ambos. Un vínculo tan fuerte que no logra romperse