NOTA: Las cosas se pusieron intensas entre los personajes así que se elevó un poco el contenido de alto voltaje.
Denver entró a la oficina con la cara completamente desencajada -Jefa, Marcus se tiene que ir porque tiene un evento en el centro. No vamos a llagar con los pedidos- aseguró.
Claire cerró la notebook y se puso de pie para pensar que hacer. Caminó brevemente por la oficina y comenzó a levantarse las mangas de la camisa -Yo lo reemplazó...así vamos a llegar.Owen estaba preparando la cuenta de un cliente cuando Claire salió de la oficina aún levantando las mangas de su camisa blanca, bastante ajustada y transparente como para dejarlo sin aire otra vez. Esa mañana lo había provocado combinando la camisa con la falda roja que señia sus curvas a la perfección y unos zapatos altos del mismo color.
Cerró los ojos y tragó con fuerza al recordar cómo los tacos de sus zapatos se habían clavado en su espalda baja cuando la besaba sobre la mesada de la cocina mientras fingían desayunar.
Llevaban tres días postergando esa reconciliación animal que tanto asustaba a Claire y la presión era demasiada para ambos. Owen no tenía problemas en llevar la furia al extremo para desatarla en la cama de una forma primitiva pero a la vez profundamente afectiva. Pero quería demostrarle a Claire que podía respetar su necesidad. No sé había comportado seriamente en los últimos días por eso quería redimirse aunque pasará la mayor parte del día imaginandola en distintas formas y posiciones susurrando su nombre con placer.
Claire pasó a su lado, deslizando una de sus manos por su espalda lentamente. Se detuvo para hablarle al oído -Voy a trabajar en la cocina...me voy a ensuciar un poco- habló con el tono tan bajo que Owen sintió que el escalofrío impactaba directamente entre sus piernas.
Claire sonrió con maldad al verlo titubear y cuando quiso separarse, Owen la tomó de la muñeca con sutileza y se acercó a sus labios. Ambos se rozaron sintiendo que la tensión que los envolvía los transportaba meses en el pasado cuando discutían en la Isla Nublar por distintos tipos de cosas con el único pretexto de permanecer cerca el uno del otro.
Claire miró brevemente a su alrededor y distinguió a varias personas observándolos. Varios clientes, Denver (que estaba rojo) y las dos meseras, en especial Terry que simulaba tomar un pedido pero no les quitaba la vista de encima.
Entonces en una fracción de segundo, Claire sonrió con ternura y acercó sus labios hasta los de Owen para besarlo lentamente. Abrió la boca con cuidado y deslizó con suavidad la punta de la lengua sobre el labio superior de Owen que gimió de forma audible y estuvo segura que de no haber estado en ese lugar nada le hubiese impedido empujarla sobre el mostrador arrancándole la ropa en el proceso.
A Terry se le cayó el anotador. Claire sonrió aún unida a los labios de Owen y lo empujó de forma juguetona -Me tengo que ir- le aseguró y lo dejó con los labios rojos a causa del rouge y el beso. Owen observó sus curvas al caminar mientras se limpiaba los labios sintiendo la presión creciente debajo de la cintura.Hacia muchos meses que Owen no se sentía así. Atraído de una forma viseral, incapaz de pensar en otra cosa que en ella. En cómo acercarse. En cómo provocarla. Ese sentimiento predador, básico y animal, surgía una y otra vez en el parque. En donde jamás se cansaba de perseguir a Claire, molestándola, haciéndola perder la paciencia con pequeñas provocaciones al límite del acoso sexual.
Vió a Claire salir de la cocina en dirección al baño del personal y se apresuró a seguirla.
Dejó la bandeja sobre una mesa en un pésimo equilibrio y varios clientes sin atender.
Claire comenzó a recogerse el cabello. Le resultaba demasiado incómodo para cocinar que los rizos se volcarán todo el tiempo en su rostro. Escuchó el picaporte y de modo reflejo dijo "ocupado". De todas formas la puerta se abrió y antes de que pudiese insultar a quién entraba Owen la tomó de la cintura y la empujó contra el lavamanos. Claire lo miró con una mezcla de deseo, furia y diversión. No lo dejo tomar la iniciativa y lo beso profundamente haciéndolo perder el control de tal forma que no se dio cuenta cuando fue el quién tomó la posición de Claire contra el lavamanos.
Owen cerró los ojos sintiendo sus labios descender a través de su cuello, abriendolos primeros botones de su camisa.
-Ahhhh... Claire?!...
Intentó preveer que iba a pasar hasta donde iba a llegar o si, acaso estaban a punto de romper la promesa que se habían hecho. Pensaba en todo eso cuando sintió los dedos de Claire destrabar su cinturón y el cierre de su pantalón. El aire se le trabó en la garganta, el corazón comenzó a latirle con tanta fuerza que pareció salirse de su pecho.
-Miedo señor Grady?- le preguntó Claire susurrando, con la mirada oscura mientras hundía sus manos en su ropa para liberarlo.
-Claire?- volvió a susurrar Owen sintiendo que no sabía si le suplicaba por qué siguiera o se detuviese. De pronto todo a su alrededor se volvió un solo sentido. El placer. Cerró los ojos y hecho la cabeza hacia atrás mientras se tomaba del lavamanos para no perder el equilibrio. Solo podía sentir los labios de Claire en él, recorrerlo de una forma tan ávida que lo estaba llevando al límite.
El picaporte de la puerta se movió pero por alguna razón eso no detuvo a Claire. Owen sintió la desesperación en el cuerpo e instintivamente se separó del lavamanos para darle la espalda a la puerta en el caso de que alguien entrase.
-Dios, amor...- llegó a decir Owen un segundo antes de que Terry entrase al baño. Logró verla en el reflejo del espejo.
-Owen?- lo llamó Terry y las manos de Claire soltaron de pronto y lo abrazaron de la cintura como un par de garras demostrando su presencia y lo miró a los ojos.
Owen estaba completamente transfigurado por el placer, la sorpresa y la mirada de Claire.
Terry retrocedió varios pasos mientras veía, lo que suponía era a Owen arreglándose la ropa y a Claire poniéndose de pie.
-Yo...lo...es...no...sabía...- intento decirle la mesera dirigiéndose a la puerta.
Claire la miró salir con una satisfacción indescriptible, cuando volvió a mirar a Owen, él no la dejo reaccionar y una vez más la abrazó contra el lavamanos -Tenemos asuntos pendientes señorita Dearing- le dijo y la beso sintiendo en sus labios el fantasma del sabor de su propia piel. Fue algo tan intenso que no puedo evitar recorrer cada centímetro de su boca una y otra vez con la lengua.Claire había llegado a dos conclusiones ese día.
La primera era que su falda estaba arruinada. Las manchas de harina se habían impreso en la tela aún con el delantal puesto.
Y la segunda era que Owen Grady la iba a cazar esa misma noche despues de la sesión inconclusa del baño.
Ninguno de los dos resistía sin el otro demasiado tiempo. Era un hecho casi científico. Una ley universal de la atracción y el deseo. No tenía sentido intentar ahuyentar los fantasmas de la inseguridad que sentía por resolver los celos o cada disputa de la misma forma. Tenía que aceptar que así funcionaban dos personas enamoradas que tenían un alto nivel de atracción desde el primer día en que se vieron.
Claire pensaba en mientras continuaba cocinando.
Aún tenía que tomar varios bollos de pan Brioche para dejarlos listos para la mañana siguiente.
La mayor parte del personal se estaba yendo pero Claire no podía darse ese privilegio cundo debía terminar con un trabajo.
Owen la observó de lejos apoyado en la máquina de café. Focalizada, concentraba, realizando un trabajo tan diferente al de las inversiones y los mercados, siguiendo gráficos y proyecciones. Estaba utilizando las manos y los brazos, con un sutil balanceo del cuerpo para aplicar la presión necesaria para trabajar la masa. Se dio cuenta de que involuntariamente se había quedado con la boca abierta.
Se acercó en silencio y la abrazó por detrás. Pudo presentir que sonreía cuando hundió la cara en su cabello recogido.
-Me gusta verte trabajar- susurró Owen mordiendo el cuello de Claire cerca de la nuca, provocándole cosquillas y emoción.
-Ahhh, estoy ocupada.
-Mmmmm...no...estás atrapada- le aseguró Owen subiendo las manos a través de su abdomen y su pecho dejándola sin aire en el instante en que sus dedos dieron el contorno de sus pechos.
Claire sonrió e intentó empujarlo pero se encontró atrapada por su cuerpo completamente excitado. La fricción los hizo gemir y a Owen le fue imposible no besarle el cuello.
-Va...puede volver... alguien.
-Mmm...no...les acabo de dar franco a todos...
-Ahhh...el jefe perfecto- Claire lo empujó con más fuerza y se volvió en sus brazos mordiéndose el labio, para contenerse. Owen sonrió y le quitó lentamente el delantal. Las partículas de harina se elevaron en el aire como una niebla y Claire estiró las manos llenas de masa y rodeo el cuello de Owen
-Estoy sucia- le dijo frunciendo la nariz.
-Mejor...
-En serio...no...
Owen quitó la manos de su cuello y las llevó a la espalda de Claire, empujandola contra la mesa de la cocina mientras la besaba. Lentamente descendió desde sus labios hasta su cuello y continuar bajando conforme desabrochaba los botones de la camisa.
-Owen?
-Shhhh...es mí turno
Claire cerró los ojos , hecho la cabeza hacia atrás y apoyó las manos en la mesa cuando Owen hundió sus besos como una tortura sobre su pecho. Mordió débilmente la carne y descendió hasta su ombligo haciéndola gemir en anticipación.
Owen continuó torturando lentamente la piel de Claire sobre su abdomen mientras elevaba sus manos bajo la ajustada falda roja que lo había provocado durante todo el día. La punta de sus dedos llegó al borde de su ropa hasta quitarla por completo.
Claire lo miró con una mezcla de súplica y miedo cuando levantó su falda y lentamente descendió sobre ella.
-Dios...maldita sea- gimió Claire y estuvo a punto de caerse de espaldas sobre la mesa. Perdió la noción del tiempo, sintiendo que en el fondo de su abdomen comenzaba a formarse un nudo de placer intenso que necesitaba destrabarse.
-Oweeeenn- grito para detenerlo mientras se patria en pedazos.
Owen sonrió satisfecho y se tomó todo su tiempo para ascender hasta sus labios, a través de su pecho, su cuello y besarla finalmente en los labios.
Claire separó las manos de la mesa, y le importó muy poco que aún tuviesen restos de harina y masa y comenzó a luchar con en cinturón de Owen ensuciando todo a su paso -No podemos mantener una maldita promesa...y te odio por eso...- susurró entre dientes.
-Te odio mucho más por provocarme todo el maldito día- gruñó Owen e ingresó en su cuerpo de una forma desesperada. La levantó e el aire hasta apoyarla sobre la primer pared libre que encontró y continuar asaltando su cuerpo, una y otra vez, hasta llevarlos a los dos al límite.
En un segundo ambos sintieron que se mareaban de placer. Owen levantó la mirada y vió a Claire hermosa. Las mejillas rojas, el cabello alborotado y los labios abiertos para tratar de recuperar el aliento.
Claire le sonrió de forma luminosa y lo beso con dulzura -No te odio...te amo más que nada en este maldito mundo...
Owen la estrechó con fuerza, aún atrapado en su cuerpo -Te amo tanto...pero sos mí perdición...lo sabés?.
-Que coincidencia- susurró Claire quitándole restos de masa del pelo.
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Vainilla Y Otras historias
RomanceLa obsesión de Owen por el perfume de Claire da inicio a la historia de amor entre ambos. Un vínculo tan fuerte que no logra romperse