Encuentro con lo desconocido (Parte 1)

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Luke Dellon se tropezó y cayó sobre la tierra húmeda. El miedo desesperante se había convertido en adrenalina y le había dado la ventaja por un par de metros. Su respiración evaporada por la huida se elevaba ante sus ojos como una bruma molesta que le impedía ver con claridad el camino que elegía para escapar.
Se guió en la oscuridad con torpeza, sintiendo que la criatura le pisaba los talones aún desplazándose con más lentitud. Una suerte de rígido profundo y cavernoso se disparó en el silencio de la noche y lo hizo correr más rápido. Vió con alivio el trailer de su amigo Jerry en tanto la agitación le quemaba los pulmones. Subió de un salto los escalones de la entrada y comenzó a golpear la puerta como un maníaco.
-Jerry!!!!... abrí por favor... abrí!!!
Desde el interior del tráiler se escuchó gritar una maldición y la puerta se abrió al cabo de unos segundos que le parecieron eternos.
Luke se volvió mil veces para comprobar que la criatura no bajará la colina. Empujó a su amigo adentro del tráiler y le tiró la cerveza en el proceso.
-Que mierda te pasa?- preguntó Jerry secando un poco su remera.
-Viene por mí- susurró Luke mirando a través de la mirilla de la puerta pálido de miedo.
Jerry frunció el seño -Tu ex esposa?. Luke no perdió el tiempo en contestar porque la desesperación lo dejo sin reaccion cuando un siseo envolvió el trailer y gritó -Es...es ella...es el dinosaurio...viene por mí!
Jerry negó riendo -Si dejarás de tomar esa agua ardiente barata no verías monstruos en todos lados...déjame pasar, quiero ver- le dijo y lo empujó para salir a ver qué era lo que lo aterraba.
Luke escuchó un ruido descomunal que por alguna razón dejó sin luz al trailer. Temblando abrió la puerta y tras dar unos pocos pasos encontró la botella de cerveza rota sobre la tierra, miró hacia el cielo y vió las ramas rotas así como los cables de luz. Algo enorme había arrazado el terreno dejando huellas de pisadas sobre la tierra húmeda.  Comenzó a gritar por su amigo -Jerry!- lo llamó.
Gritó su nombre por más de diez minutos hasta que se convenció que ya no iba a responderle.

Owen miraba el camino abrirse en el paisaje y con cada kilómetro rebasado se sentía más lejos de la presión continúa de la ciudad.
Claire no paraba de cambiar la música en el receptor del tráiler con una expresión de fastidio. Se decidió por dejar un playlist de música electrónica continúa que sabía iba a irritar a Owen.
-Estas enojada?...
-Yo?!...para nada...
-Sabes que odio esa música y no hablas desde hace diez minutos... Definitivamente estás enojada.
Claire se mordió el labio mirando el exterior del camino a través de la ventana, en el extremo de sus labios parecía dibujarse una sonrisa. Su enojo no era tan serio pero de todas formas la ponía de mal humor. Se cruzó de brazos y lo miró -Me dijiste que podía manejar desde la última parada!
-Estas enojada por eso?!
-Me lo prometiste!
Owen alterno la mirada descreída hacia Claire con volver los ojos al camino para no perder el control del vehículo -Es...es que...se supone que salimos unos días de viaje para que esté tranquilo...
-Y?
Owen suspiró -Me gusta manejar...
-Mentira!!!
-Claire...
-No te gusta como manejo, es eso...
-Nooo
-Si!
-No
-Ahhh...me sacas de quicio!
-Amor...ya llegamos...te dejó manejar a la vuelta...lo prometo...
Claire se bajó del tráiler sin contestar y golpeó la puerta con más fuerza de la que esperaba. A veces el choque entre sus temperamentos era tan intenso que prefería darse un tiempo para no seguir escalando la discusión.
Apenas caminó unos pasos y se quedó mirando el paisaje. El lugar que habían elegido era el típico bosque con lago que se suele ver en las postales de naturaleza. El agua era cristalina, rodeada de piedras y el sol se filtraba claro entré los árboles. Claire se quedó mirando a su al rededor con una extraña sensación familiar en el pecho. Había algo en el ambiente, no podía precisar que era. Si era un aroma, la calidez de la temperatura o el particular silencio que envolvía todo que le recordaba a la isla. La ausencia de pájaros, o sonidos salvajes era algo tan típico cerca de la jaula de los carnívoros que tuvo un escalofrío en la espalda. Sintió las manos de Owen a través de su cintura y su abdomen y ese temor se diluyó un poco. Se volvió en sus brazos para percibir sus labios sobre su frente. Sonrió mientras cerraba los ojos -No me hagas eso...-susurró.
Owen volvió a besar su frente -Mmmm... porque?- le preguntó con inocencia.
Claire lo empujó un poco con las manos en el pecho y lo miró a los ojos -Porque me olvido que estoy enojada...
-Que bueno- dijo Owen buscando sus labios.

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