Inseguros (Parte 9)

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-Owen!...Owen!
La voz de Sherry se abrió camino en el sueño de Owen y lo despertó de un sobresalto. Tardó en ubicarse pero aún tenía a Claire de la mano que seguía tan dormida que parecía suspendida en el tiempo.
Sherry se acercó lentamente a la cama con los ojos llenos de lágrimas. Tocó la frente de Claire con una profunda nostalgia y luego giro la mirada hacia Owen para encontrarlo con la misma ropa que la noche anterior cubierta de sangre.
-Tenés que ir a ducharte Owen.
-No.
-Claire está bien, dormí un par de horas...
-No me voy a ir...
-Estas cubierto de sangre.
-Sherry no me voy a ir!
La camarera se cruzo de brazos -Puedo cuidar a mí amiga! Y vos pareces un asesino salido de una película de terror. Anda a darte una ducha maldita sea!
Owen parpadeó. El cansancio y la tristeza lo habían agotado de una forma tan potente que le costaba concentrarse. Sabía que en el fondo Sherry tenía razón, asintió tratando de auto convencerse, acarició la mejilla de Claire y la beso una última vez antes de salir del cuarto arrastrando los pies.

Claire sintió un escalofrío en el cuello y sonrió con alivió. Podía reconocer ese sentimiento familiar a medio camino entre una cosquilla y un escozor. Una sensación de calidez la inundó al reconocer el dibujo tenue de los labios de Owen en la parte posterior de su cuello. Quiso girar su cuerpo y besarlo pero al abrir los ojos se dio cuenta de que estaba en el auto a un costado de la ruta en la isla Nublar. La lluvia había dejado de caer y el amanecer ocre se abría paso a través de los árboles.
Se incorporó lentamente con el miedo arrastrandose en su cuerpo como un malestar. Temía jamás volver a despertar en sus brazos y la soledad le cerró la garganta.

Owen se sentó en medio de la sala sin saber por dónde empezar. No podía ordenar nada en su cabeza más allá de la visión constante del momento en que Claire se desvanecía en sus brazos. El aroma oxidado de la sangre brotaba de su ropa como una maldición y tomó la desición de empezar por eso.
La ducha lo calmó lo suficiente como para empujarlo a dejar de lado la tristeza e intentar dormir un par de horas. Cerró los ojos ni bien su cabeza dio con la almohada y por instinto se volvió a abrazar a Claire pero solo se topó con su perfume atrapado en las sábanas y un segundo antes de quedarse dormido imaginó que sería capaz de soñar con ella.

Claire detuvo el auto cerca de un claro del camino. La lluvia había dejado la tierra convertida en lodo y hacia que sus pasos fuesen más pesados. Comenzó a sentirse cansada pero de todas formas, por instinto siguió caminando cerca del Valle de los herbívoros.
No había animales a la vista y era extraño. Cerca del horizonte varios braquiosaurios se desplazaban lentos en medio de la bruma.
Claire recordó el momento en que uno de esos animales majestuosos murió en sus manos y un frío espantoso le heló el cuerpo.
Desde que había despertado en Nublar solo había visto personas y animales que sabía estaban muertos.
Se volvió tomando su boca para ahogar el llanto y corrió hacia el auto.

Sherry vió que la enfermera que controlaba a Claire frunció el ceño con preocupación y oprimió un botón en el panel detrás de la cama. Tuvo miedo pero de todas formas preguntó que pasaba.
La mujer trató de no parecer nerviosa o demasiado preocupada pero le explicó que la fiebre despues de una operación era algo que debían atender de inmediato. Sherry se sentó al lado de la cama y tomó la mano de Claire mientras esperaba que el médico acudiera a verla. Quería al menos esperar un poco más para llamar a Owen.

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