Vainilla Y Otras historias

La Mañana De Navidad (Parte 6)

Owen se quedó paralizado frente a la entrada de la sala emergencias. Mel lo miraba desde la puerta con una expresión triste, retorciendo sus manos contrariada. Ella había acompañado a Claire en la ambulancia y la había visto tan golpeada que le había roto el corazón. Se acercó lentamente -Owen?...Claire...Claire está bien...pero...está...está muy golpeada...
Owen intentó imaginar a que se refería. Que habría de encontrarse cuando la viese. Hasta donde había llegado a lastimarla Daniel.
-Él... él...la...?- preguntó casi sin aliento.
Mel lo tomó del brazo para tranquilizarlo -No, ella también lo golpeó y...y Georgi lo desfiguró...pero no la ultrajo...no llegó a hacerlo...
Owen movió la cabeza, un alivió lo recorrió pero en la boca del estómago comenzaba a sentir el nudo de la culpa de una forma corrosiva -Quiero...quiero verla...yo... necesito verla.
Mel lo comprendió -Estan...terminando de relizar una sutura, pequeña...y van a hacer un par de placas más...tiene...tiene fracturada una costilla y...
Owen no la pudo escuchar más. Contrajo el cuerpo y comenzó a llorar desconsoladamente. Max se acercó a Mel y la beso en el cabello antes de tratar de abrazar a su amigo -Owen...ya pasó...ahora Claire te necesita y...- cuando le tocó en el hombro Owen gritó de dolor.
-Maldicion!- grito Mel y vió cómo se aprartaba de ellos hacia una columna. Max la retuvo cuando ambos vieron como Owen tomaba impulso y golpeaba su hombro con fuerza sobre la viga, volviendo a su lugar el hombro.
Owen se mordió el interior del labio par evitar gritar, se liberó del dolor con un dolor aún más grande pero no podía disipar de su pecho la sofocante angustia de no haber llegado a tiempo para salvar a Claire.

-Dios... mío...amor...dios- susurró Owen cuando su mirada recorrió la frágil figura de Claire sobre la cama del pequeño hospital. Un hematoma se abría camino desde la ceja izquierda, en donde tenía cinco puntos de sutura, hasta el pómulo, parte de su labio estaba inflamado y un racimo de golpes se diseminaban por su pecho hasta el vendaje rígido que cubría parcialmente el tatuaje que le había regalado, dándole algo de contención a la fractura de costilla. Podía deducir que la furia de Daniel
se había desatado al ver esa marca en su cuerpo. Esa expresión de pasión y pertenencia lo había enloquecido y se había ensañado con violentarla por elegir el amor de otro hombre.
Owen no conseguía salir del dolor de verla de esa forma. Todavía sentía en la piel el fantasmal recuerdo de su cuerpo esa mañana, riendo, abrazándolo y prometiéndole que lo iba a esperar para preparar el desayuno. Tan vital y tan hermosa había padecido un infierno por qué él no había conseguido llegar a salvarla. La culpa arrastraba toda su existencia hacia un pozo oscuro que lo perdía. Estaba tan inmerso recordando los momentos felices destruidos por un hecho que no pudo anticipar que no se dió cuenta de que ella había despertado.
Claire suspiró con dolor. Su mirada era cristalina, en medio del oscuro maltrato que nublaba parte de sus facciones. Levantó una mano para llamar la atención de Owen, que miraba sin ver completamente abatido.
La voz de Claire se escuchó rasposa, impersonal y dolorida -Estoy...estoy...tan mal...que no podes...mirarme?- preguntó intentando no sonar desesperada pero tenía miedo. Owen levantó la vista y sonrió -Sos la más linda de mundo- dijo y la beso con suavidad para no lastimar aún más su labio.
Claire soltó las lágrimas que se había propuesto contener, el dolor y el temor, la hacían dudar de todo a su alrededor, como si ya no existiera nada más que ese padecimiento físico que la estaba atravesando. Apenas lograba permanecer despierta por los analgésicos que le habían administrado pero junto fuerzas para extender su mano hasta el lugar en donde sabía estaba el tatuaje en el pecho de Owen y habló con un hilo de voz -Todavia late por mí?- preguntó casi adormilada.
Owen sonrió, tomó su mano y la beso con suavidad -Hasta el día de mí muerte amor...