Capítulo 9

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Alyssa

   Me observé al espejo, me fulminé a mí misma con la mirada y solté un largo suspiro para tranquilizarme. De todas las personas que habían en esta fiesta precisamente mi padre le había dicho a Andrew que me llevase a casa, ¿Qué podía ser peor? Pero ni de loca pensaba ir a algún lado con ese imbécil. Salí del baño e intenté localizar a Bethany con la mirada, no la vi por ningún lado. Comencé a buscarla pero parecía como si se la hubiese tragado la tierra, y para completar mi mala suerte, Rusty tampoco se encontraba allí.

    Algo ya preocupada y, algo asustada, me acerqué a una mujer con porte muy elegante y, debo mencionar que llevaba unos pendientes muy bonitos que por un momento, me dieron ganas de preguntarle donde los había comprado, eso hasta que recordé que andaba buscando a mis "Amigos" ya que eran las dos únicas personas que conocía y que se encontraban en la fiesta. La mujer se encontraba dándome la espalda hablando con otro hombre, algo tímida le toqué el hombro con mi dedo índice llamando su atención.

   —Disculpe, ¿Ha visto a una chica alta, cabello corto y piel demasiado pálida? Estaba con otro chico, de cabello hasta los hombros y con un porte algo femenino. —La mujer me observó y me sonrió

   — ¿Estás buscando a Bethany? —Respondió

    — ¡Si!, ¿La conoce? —Pregunté.

   —Sí, es mi nieta. —Mi rostro formó una cara de sorpresa al escuchar sus palabras. —Lamento decirte que ella no se sentía muy bien, bebió demasiado y su amigo Rusty la llevó a casa.

   En aquel instante sentí como todo mi cuerpo se tensionaba. ¿Y ahora qué haría? Mi padre me había dejado muy claro que no debía de andar con extraño, y todas las personas que se encontraban aquí eran unos completos extraños para mí. Tomé mi móvil e intenté llamar a mi padre, pero su teléfono se encontraba apagado al igual que el de mamá, algo frustrada y confundida decidí sentarme en la mesa donde horas antes habíamos cenado. Mi mirada se perdió observando a toda la gente que se encontraba bailando y divirtiéndose, con el paso de los minutos comencé a notar que cada vez las personas comenzaban a salir del lugar.

   Suspiré un poco cansada pues ya era tarde y tenía algo de sueño, tomé mi cartera y me cubrí con mis manos intentando combatir el frio, hasta que escuché una masculina voz a mis espaldas.

   — ¿Ya estas lista? —Preguntó él perforándome con los ojos. —El auto ya está afuera.

   Observé a Andrew con algo de desconfianza y asentí con la cabeza, no le dije ni una sola palabra yo solo quería llegar a mi casa y poder tomar un baño de agua caliente para relajarme. Volví a tomar mi cartera que se encontraba encima de la mesa y pasé por su lado encaminándome hacia la parte de afuera. Sentí el frio golpearme la cara y bajé aquellos escalones que habían en la entrada, sentí la presencia de Andrew y esperé a que me abriera la puerta, pero lo único que hizo fue rodear su auto y entrar para luego sentarse en el haciendo del piloto.

   ¿Acaso ya no existían los caballeros? Pensé en aquel momento.

    Con el mal humor reflejado en mi rostro me abrí a mí misma la puerta y la cerré lo más fuerte que pude. Observé como Andrew cerraba los ojos levemente al escuchar como golpeaba su auto, una sonrisa se reflejó en mi rostro. Arrancó el auto y ambos no dijimos ni una sola palabra, él simplemente colocó la música y nos fuimos alejando cada vez más del lugar. Lo único que yo anhelaba era poder llegar rápido, porque aquel hotel donde había sido la cena quedaba fuera de la ciudad y me había tomado casi tres horas en llegar, sinceramente no sabía si sería capaz de aguantar todo ese tiempo en ese auto y con ese imbécil.

    Observaba por la ventana hasta que escuché mi celular vibrar, me apresuré a sacarlo de mi cartera pensando que sería mi padre pero el nombre que había allí en la pantalla era el de mi amiga Pam. Una sonrisa se dibujó en mi rostro.

Del Egoísmo Al Amor I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora