Del Egoísmo Al Amor I ©

Capítulo 21

Alyssa

Toda la borrachera se fue de mi de sopetón. Mi mente se volvió distorsionada y me senti indiferente a cualquier cosa que me rodeaba en aquel momento.

Andrew tomó mi bolso mientras yo salía lo más rápido que podia con aquellas muletas, ambos subimos al auto y nos dirigimos al hotel.

Llegamos tarde. Nuestros padres ya habían salido directamente a California, desesperada y sin ganas de nada más que ver a mi madre opté por comprar el primer vuelo que saliese hacia California. Andrew me acompañó en todo momento y no dijo ni una sola palabra en todo el recorrido, me había quedado dormida en el avión y al llegar tomamos un taxi que nos llevase directo al hospital.

Andrew me ayudó a bajar del auto y se encaminó conmigo hacia la entrada. Yo lo detuve.

—No... No tienes por qué hacer esto. —Dije mientras pasaba un mechón de mi cabello tras mi oreja.

—¿Hacer qué? —Dijo confundido.

—Entrar conmigo. No creo que sea buena idea, tu sabes... A mi padre no le gustará, ¿Lo entiendes, verdad?

El rostro de Andrew pasó de estar con el ceño fruncido a una expresión mucho más relajada. Me Sonrió y asintió con la cabeza.

—Por supuesto. Lo entiendo perfectamente.

—Ok—Dije bajito y con mirada nerviosa.

Ambos nos miramos con nerviosismo, entonces vi que su intención era despedirse de mi. Acercó su rostro y moví mi cara hacia un lado; sus labios impactaron con mi mejilla.

Segundos después se dio la vuelta y giró una esquina. Me acomodé el cabello y me dispuse a entrar mientras sentía una mirada fija en mi.

—Joder, sabes hacer de todo menos comportarte con un chico. —Susurré para mi misma.

****

Luego de ver a mamá y tener una tierna platica con ella decidí salir por un café. No pensaba moverme del hospital, no la iba a dejar sola ni un solo momento. Me puse el abrigo de mi madre, mi vestido era tan corto que el frío me tenía completamente con los pelos de punta. Por lo cual, aquel abrigo me cubria hasta las rodillas y era lo suficientemente caliente para cubrirme del frio y lúgubre hospital.

Estaba a punto de llegar al ascensor cuando la dura voz de mi padre se hizo presente.

—Debemos hablar, Alyssa.—Observé el rostro de mi padre.

Se encontraba parado justo frente a mi con una expresión seria. Tenía un abrigo negro y su cabello esponjoso, su barba seca y desaliñada. Habia ojeras bajo sus ojos, el cansancio reflejado en su más mínima expresión.

Yo también me encontraba cansada, así que primero iría por mi café. Me sentía pequeña, tan pequeña que me incliné hacia atrás y lo observé desde abajo, como si no lo conociera.

Mi padre jamás me había levantado la voz.

—Iré por mi café primero si no te molesta. No creo que lo que tengas que decirme sea más importante que mi café.

Lo miré con recelo y me giré rápidamente dispuesta a tomar el ascensor pero mi padre me tomó fuertemente del brazo.

—Tú no me hablas así, joder.—Me dijo mientras me miraba furioso.

Sentí ganas de llorar, si, de llorar.

—¿Qué te está sucediendo papá? — Volví a recuper mi postura pero mi mirada seguía siendo temerosa y extrañada. —¿Ha sucedido algo?