Andrew
Salí de la casa lo más silencioso que pude. Luego, entré a la cochera y saqué una escalera no muy alta y la Llevé al jardin trasero. Mis ojos se iluminaron al ver que Alyssa ya me esperaba en su balcón con un vestido rosa manga larga que iba hasta sus rodillas y ceñido, muy ceñido a su cuerpo.
Tomé la escalera y la puse en su dirección, ella giró su cuerpo y fue bajando lentamente del balcón.
Todo aquello era una locura. Su padre le había dado ordenes a sus empleados de no dejar salir a Alyssa bajo ningún motivo, por lo cual eso la obligaba a hacer aquella locura de fugarse y aún así nos había importado una total mierda si su padre aceptaba o no nuestra amistad.
Sostuve la escalera con fuerza mientras ella bajaba a pasos lentos. Mis ojos inquietos no pudieron mirar a otro lado cuando vi que su trasero había quedado a mi vista. El vestido rosa palo era tan ceñido a su cuerpo que el viendo ni la altura a la que ella estaba bajando no me dejaba ver más allá que sus piernas, pero creo que eso lo hacía más exitante, aquel cuerpo debajaba todo a la imaginación.
Su vestido resaltaba sus pechos, brazos, piernas y, sobre todo, su trasero. Beckham era lo más parecido a una muñeca de porcelana. Era delgada, sus pechos no eran abultados pero eran redondos y caídos, tan naturales. Su trasero era pequeño y abultado y las curvas de su cuerpo hacían de mi un completo hipnotizado. Era una porcelana, tan delicada que temía romperla.
Una vez estuvo en el suelo me tomé el tiempo de volver a guardar la escalera y ambos salimos rumbo a la fiesta.
Los dieciocho de mi hermana se iban a celebrar en nuestra casa que teníamos junto a la playa. Mis padres lo habian costeado todo, pero claramente, estaban lo bastante ocupados como para ir. Así que invitamos a un par de amigos de la universidad y de su instituto y algunos otros que habíamos conocido por amigos en común. La fiesta sería una total bomba.
Tardamos media hora en llegar. Ambos bajamos del auto y caminamos unos cuantos metros.
—Veo que ya te encuentras bien. —Dije refiriéndome a su pierna.
—Si, aún me duele pero, es soportable. —Ella siguió caminando y yo no podía hacer más que observarle.
—¿No te parece que vas muy formal para una fiesta como ésta?
Me atreví a mencionar al ver que quién sea que la viese en aquel momento diría que venia de una cena de negocios o algun evento elegante. Ella emanaba elegancia por donde sea que la viesen.
—¿De qué estás hablando? —Dijo Beckham mirándome con el ceño fruncido. —Es lo más formal que tengo.
Una vez que estuvimos frente a la casa,el ruido se hizo presente fuertemente. La gente bailaba, bebía y reía por todas partes. Las miradas se dirigían únicamente a Alyssa y ella parecía no darse cuenta, aunque yo sabía perfectamente que ella sabía que era el centro de atención en aquel momento.
Era como carne fresca para los tíos que allí se encontraban.
Avanzamos hasta toparnos con Bethany. Mi hermana llevaba un vestido negro y con unos tacones que la hacían ver mucho más alta de lo que ya era, más alta que yo incluso.
—¡No puede ser, estás aquí! —Gritó Bethany al ver a Alyssa.
Ambas se abrazaron y una sonrisa escondida salió de mi rostro. Mi hermana le estaba tomando un cariño enorme a Beckham.
Rodé los ojos al ver a Rusty acercarse. Joder, la verdad era que no soportaba a ese tío.
—Oh, cariño ¿Eres la esposa del presidente? —Hizo un ademán exagerado de sorprendido. Era el típico gay que hacía papel de mujer. —Tanta elegancia nunca fue vista.
Su último comentario me hizo darle la razón. Alyssa por su parte solo pudo sonreír. Sabía que se encontraba triste por su madre, pero yo me encargaría de subirle el ánimo.
—Iré a por una cerveza, ¿Quieres una? —Sentí la mirada de mi hermana sobre mi. Ya se lo había pillado todo.
—Eso estaría genial. —Alyssa me sonrió y yo le devolví el gesto.
Me di cuenta de que me había quedado varios segundos mirándole. Así que, rápidamente fui directo a la cocina. Landon se encontraba allí.
—¡Gran hijo de puta, te he estado esperando toda la noche!
Landon me brindó un chupito que me alivió la garganta por completo.
—¿Has venido con alguien?
Preguntó Landon una vez que estuvimos parados junto al marco de la puerta con vista a la multitud de gente.
En una esquina, sentada en un sillón se encontraba Alyssa hablando con Bethany. Se le veía tímida y observaba a su alrededor como si sintiese que algún momento podria ser atacada.
Era la mujer más inocente que había logrado conocer.
—He venido con ella.—Levanté mi mentón hacia su dirección y mi amigo lo entendió todo.
—Joder, Andrew —Tomó un sorbo de cerveza. —Pensé que no era tu tipo.
—Lo sé. —No podía despegar mis ojos de ella. —Pero eso es lo que hace todo más exitante.
—¿De qué hablas?
—Siento que es como una clase de imán. Me siento perdido cuando la tengo cerca, pero es jodidamente maravilloso.
Landon me observó por varios segundos. Si, era más sorprendente escuchar aquellas palabras de mi boca, pero joder, ¿Qué más daba?.
Tomé dos cervezas del refrigerador y fui a su dirección. Le brindé la cerveza y ni las gracias fue capaz de darme, pero, al fin y al cabo era de Beckham de quien estabamos hablando.
Me encontraba a tan solo unos centímetros de ella, algo que, a pesar de la música fuerte, pude escuchar la conversación que tenía con Rusty.
—¿Qué tal te ha ido con tu caballero encantado?
Alyssa sonrió al escuchar sus palabras. ¿Por qué hablar sobre ese imbécil la hacía sonreir?
—Realmente luego del accidente no he hablado mucho con él. No le he cogido el teléfono porque he estado bastante estresada estos días.
Algo en mi pareció relajarse.
—¿Pero piensas tener sexo con él? Si tú no lo haces, yo lo haré. ¡Lucas está buenísimo!
Antes de pudiese Alyssa responder, le tomé la mano y la levanté de sopetón del sillón.
Fuimos al centro de la casa y comencé a bailar con ella. Al parecer, los momentos más magicos que pasabamos, era cuando bailábamos.
Tomé su cintura entre mis manos. Sus caderas se movían lentamente y su olor era tan exquisito. De pronto, me dieron unas ganas incontrolables de besarle el cuello. Ya sin poderme controlar, aparté su cabello y lo hice a un lado. Sin pensarmelo dos veces di un pequeño beso ahí y sentí como su cuerpo se tensaba.
Lo que en realidad no esperaba era que ella fuese a devolverne el beso, sus labios tocaron mi barbilla y ambos nos observamos fijamente. Acerqué mi rostro dispuesto a besarle,pero una voz detrás de mi no lo permitió.
—¿Alyssa?
La voz de Lucas nos sobresaltó por completo. Lo que más me cabreo del momento fue que ella me empujó lo más que pudo para alejarme.
Lucas lo había jodido todo.
****
Y es aquí donde comienza la verdadera historia de amor.
Bethany en multimedia.
Nos leemos en el próximo capítulo. ❤️
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Del Egoísmo Al Amor I ©
Подростковая литература¿Era simple deseo carnal o aquello que sentía iba más allá de lo que yo podría llegar a imaginar? Mi identidad, mi respetuosa imagen y, sobre todo, mi elegancia me había caracterizado y me habían llevado por el camino más prestigioso del mundo de lo...