Capítulo 31

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Alyssa

Respiré profundo mientras subía en el ascensor, hoy era mi primera junta y conocería a empresarios muy importantes, amigos de papá. Había amanecido de tan buen humor que tenía una sonrisa en el rostro que jamás pensé que mostraría, extrañamente me sentía muy feliz. Antes de entrar a la empresa había pasado a comprar algo para beber porque así como estaba feliz también me encontraba nerviosa, nada como algo frio para relajar los nervios.

El ascensor se abrió y frente a mi encontré un gran grupo de personas caminando por todos lados, veía papeles, escuchaba teléfonos sonar en todas partes, algo realmente caótico. Me abrí paso entre la multitud de personas hasta llegar a la oficina de juntas. Di un último suspiró y mostré aún más la sonrisa y entonces entré.

Llevaba puesto un traje blanco con negro y unos tacones de punta, los labios rojos y el cabello recogido en una coleta. Vi a mi padre y al padre de Andrew junto con otros tres hombres que, al verme, se levantaron de sus asientos.

—Justo a tiempo- —Dijo mi padre sonriente mientras me daba un beso en la mejilla. —Quiero presentarte a unos colegas, con ellos trabajaras muy pronto.

Les extendí mi mano y luego cada uno tomamos asiento en la gran mesa redonda. Ya solo faltaba Andrew y no sabía cómo iba a poder mirarle a los ojos después de lo que habíamos hecho.

Le di un sorbo a mi Te-helado de limón y miré un punto fijo de la habitación. Me dolía la entrepierna, y mis caderas también, me temblaban las manos y lo menos que quería en aquel momento era que aquella puerta se abriese.

No había podido dormir en la noche de pensar en lo que había pasado. Miles de preguntas pasaban por mi cabeza, ¿Y si tan solo se aprovechó de mí? ¿Qué tal si no le gustó? ¿Me querrá ver de nuevo? No sé si aquellas preguntas se las hacían todas aquellas chicas después de perder su virginidad, o si tan solo era alguna clase de paranoia mía, pero tenían un gran miedo de que Andrew, después de haber hecho el amor, se deshiciera de mí.

Tal vez la primera vez que alguien entró en mí no fue lo más hermoso y delicado, pero a pesar de eso, yo si me sentía una chica virgen y sentía que Andrew había sido el primer hombre en estar conmigo, sin forzar, sin manipular, sin lastimar. No quería decepcionarme de aquel hombre que me hacía perder la cabeza una y otra vez.

Su rechazo constante aún seguía presente en mi cabeza y lo peor es que me lo había dejado meter después de eso, y eso era lo que más me atormentaba. ¡Me lo había cogido! Por Dios, y me había dolido tanto teniendo en cuenta de que solo habíamos estado una sola vez y, que claramente yo había sufrido antes de eso. El sexo siempre había sido para mí un Tabú, algo de lo cual la gente no debía de hablar, y yo siempre me había jurado a mí misma que cuando estuviera con alguien en "intimidad" iba a ser lo más perfecto del mundo, y creo que sí, de alguna manera lo fue.

Me había tocado las tetas, el trasero y las piernas, ¿Estaba bien que un hombre mayor hubiese tenido sexo con alguien de diecisiete? No, la respuesta era no.

Aunque más que solo sexo yo había sentido algo completamente diferente, no solo dolor en la entrepierna, aunque me había dolido yo no había querido que parase, porque sentí la confianza de entregarle mi cuerpo. Y una vez mi cuerpo se acostumbró a tenerle dentro, lo había disfrutado como nunca antes había disfrutado algo.

En aquel momento me olvidé de todas las mujeres con las cuales él se debió de acostar a lo largo de su vida, me olvidé de como lo había visto besándose con muchas mujeres, en aquel momento solo me importó estar con él y dejarme llevar por aquel deseo y la pasión que sentí en aquel momento. Un deseo inexplicable que jamás había sentido por alguien.

Del Egoísmo Al Amor I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora