Andrew.
Mientras Bethany me hacia la corbata no paraba de pensar en lo ansioso que me sentía y no sabía la razón. Las cosas no podían ir mejor y la vida últimamente me parecía de ensueño.
—¿Qué crees que lleve puesto? —Le pregunté a mi hermana con la mirada perdida imaginándome las miles de prendas que probablemente Alyssa podría estar usando en aquel momento.
Bethany me observó con recelo y subió una ceja.
—¿Por qué estás tan interesado en ello? —Pude ver una doble intención en su pregunta y solo carcajee divertido. —Supongo que llevará un vestido rojo, eso fue lo que dijo.
—Un vestido rojo. —Susurré para mí mismo con la sonrisa en el rostro.
Bethany terminó con mi corbata y entonces su mirada fue directamente hacia la pequeña caja de color blanco. Sus manos la tomaron, pero tan solo unos segundos pues se la arrebaté rápidamente.
—¿Qué es? ¿Por qué no puedo saber? — Pronunció indignada.
—Quiero que sea ella quien lo abra primero. —Me justifiqué.
Bethany me dio una última mirada de desaprobación y luego salió de la habitación. Me observé por última vez al espejo y sonreí de oreja a oreja. Los dos últimos días habían sido de trabajo ajetreado, nos había tocado hacer trabajo extra en las prácticas y, una vez más, no habíamos tenido tanto tiempo para estar juntos. Llevaba una semana sin estar con Bekcham como se debía y, joder, sentía que en cualquier momento iba a explotar.
Di un último vistazo por la ventana y vi como los autos comenzaban a aparcarse frente y dentro de la casa de Alyssa, al ver el reloj me di cuenta de que ya se estaba acercando la hora. Junto con mis padres y Bethany nos dirigimos a la casa contigua, me sorprendió ver a tantos conocidos allí, pues era gente con la cual mi padre llevaba trabajando durante años, ¿Cómo fue que nunca pude cruzarme a Alyssa antes?
Cuando entramos al gran patio trasero vimos la cantidad de invitados que allí habían, se encontraban sentados cada uno en sus respectivas mesas de color rojo mezclado con blanco. Tomamos asiento. Estuvimos conversando con los Beckham hasta que, el señor Beckhan decidió pararse para luego dirigirse a un pequeño escenario que habían puesto allí.
—Muchas gracias a todos por haber asistido a este día tan importante. —El hombre tenía una sonrisa radiante de oreja a oreja— Estoy enormemente agradecido por su lealtad durante todos estos años. Como ya lo saben, mi única hija Alyssa Beckham está cumpliendo dieciocho años el día de hoy, por lo cual, he decidido que es tiempo de que sea ella quien se haga cargo del imperio que, con mi padre, construimos hace mucho tiempo. ¡Un aplauso para para mi hija!
Sentí los pelos de punta.
Comencé mirando sus zapatos puntiagudos y altos, mi mirada recorrió sus piernas que, se veían endemoniadamente provocativas para luego subir por su pequeña cintura y, detenerse unos segundos en sus pechos pequeños y redondos. Observé su cuello y, finalmente, su rostro. Su piel suave perfectamente maquillada y sus labios carnosos con un fuerte y brillante labial rojo que combinaba no solo con su piel, sino con el hermoso vestido que traía puesto.
Aplaudí con fuerza mientras la observaba embelesado. Se veía bellísima, joder.
—Estoy muy agradecida por su compañía en este día tan importante. —Comenzó ella diciendo a través del micrófono. —No solo es un día importante para mí, sino también para mi padre y la empresa, espero no decepcionarlos. —Sonrió y luego posó sus ojos en mí. Le guiñé el ojo. —Quisiera aprovechar este momento ahora también para anunciar algo. —Me observó profundamente a los ojos. Me di cuenta al instante de cuáles eran sus intenciones. —Quisiera también agradecer la asistencia de una persona importante, esa persona es Andrew Donovan. —Mencionó entonces y todos posaron sus ojos en mí. Yo, por mi parte, no podía quitar la sonrisa de idiota. —Andrew no es solo uno de nuestros futuros socios y uno de los más importantes, también es mi pareja. —Se escucharon algunos sonidos de asombro mientras sentía como el padre de Alyssa posaba sus ojos en mí, asesinándome con la mirada. —Muchas gracias por venir, espero que disfruten la fiesta.
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Del Egoísmo Al Amor I ©
Teen Fiction¿Era simple deseo carnal o aquello que sentía iba más allá de lo que yo podría llegar a imaginar? Mi identidad, mi respetuosa imagen y, sobre todo, mi elegancia me había caracterizado y me habían llevado por el camino más prestigioso del mundo de lo...