Andrew
Abrí los ojos y el sol golpeó mi rostro al instante, miré todo a mí alrededor y me di cuenta de que Alyssa no se encontraba a mi lado. Opté por lavarme los dientes y mojarme el rostro para despertarme un poco más. Cuando bajaba por las escaleras a lo lejos pude escuchar algunas risas y entre ellas, la voz de Beckham. Me acerqué a la cocina adentrándome y lo primero con lo cual mis ojos se encontraron fue con Chloe tomando las manos de Alyssa mientras ambas amasaban una gran masa de harina.Sonreí al ver a Alyssa, traía el cabello recogido en una coleta y encima del pijama tenía un delantal blanco y con algunos rastros de harina en el rostro. Cuando Chloe se dio cuenta de mi presencia apartó rápidamente sus manos de mi novia.
—Veo que se están divirtiendo. —Comenté mientras me dirigía a la nevera para tomarme la jarra de agua.
—Chloe me está enseñando a hornear galletas. —Sus ojos brillaban una vez más de una manera especial, Alyssa parecía estar feliz desde que había llegado y me sentía afortunado de que estuviese conmigo en aquel momento. — Es muy fácil, no sé por qué no lo intenté nunca antes.
—Siempre es bueno descubrir tus dotes culinarios. —Sonreí una vez más y me acerqué hacia ella para plantar un pequeño beso en sus labios.
—No soy muy buena para cocinar, es más, lo odio. —Rodó los ojos—Pero creo que esto de las galletas es lo mío.
— ¡Pero es que no podría ser menos! —Dijo Chloe elevando las manos. —Tienes a la mejor profesora.
Observé profundamente a Chloe, Fue de una manera tan profunda que hice que bajara la cabeza por un momento.
Si hace un año alguien me hubiese dicho que tendría novia, no me lo hubiese creído. Todo lo que estaba pasando me parecía simplemente imposible, nunca pensé que la vida me fuera a premiar con alguien como Beckham. Cualquiera que la viera por primera vez pensaría que es alguien inalcanzable, dura y mala persona, lo digo porque eso me pasó a mí la primera vez que la vi. Sin duda alguna, Alyssa era una mujer muy frágil físicamente, cualquier cosa que pudiese pasarle la lastimaba, pero debo reconocer que eso no era nada comparado con todo la agilidad e inteligencia que se gastaba esa mujer.
Creo que por eso me gustaba, me fascinaba, me volvía loco. Nunca me había imaginado tener una mujer como ella en mis brazos, era tan astuta y calculadora que, sin quererlo, me había atrapado. Debo decir que jamás me gustaron las mujeres dominantes y de carácter fuerte, siempre había querido a alguien con una pizca de dulzura y que fuese hogareña, pero aunque fuera difícil de creerlo; podía ver en Beckham un poco de esas cosas.
Y verla horneando galletas me lo había confirmado.
—Creo que iré a tomar una ducha. —Dijo Alyssa mientras se lavaba las manos—Debo estar perfecta para tu fiesta. —Observó a Chloe por un momento mientras se encaminaba hacia la salida.
Fruncí el ceño y le di un sorbo a mi vaso de agua.
—No recordaba que tu cumpleaños era hoy. —Dije incomodo al haber olvidado el cumpleaños de Chloe, quien era casi como mi hermana.
—Te encuentras muy distraído últimamente. —Afirmó ella mientras se sentaba a mi lado. —El amor te tiene loco. —Bromeó.
— ¿Estas celosa? —Esta vez fue yo quien bromeé mientras soltaba una risotada.
Los ojos de Chloe parecieron vagar por un momento, y me di cuenta de que se había puesto relativamente seria y con la mirada fija en un lado de la cocina.
—No tengo por qué estarlo. —Volvió a la realidad. —Alyssa me parece una gran chica, os hemos llevado muy bien, eres afortunado.
Me sonrió con sinceridad mientras yo le devolvía la sonrisa.
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Del Egoísmo Al Amor I ©
Novela Juvenil¿Era simple deseo carnal o aquello que sentía iba más allá de lo que yo podría llegar a imaginar? Mi identidad, mi respetuosa imagen y, sobre todo, mi elegancia me había caracterizado y me habían llevado por el camino más prestigioso del mundo de lo...