Capítulo 18

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Andrew

Sentí sus calidas manos rodearme el cuello, luego, pude sentir su aliento cerca de mi. Alyssa me había tomado por sorpresa, pero aquello no me impidió seguir su ritmo.

Besaba riquísimo, no lo podía negar, sus labios cochaban suavemente con los míos de una manera tan magica, tan voraz.

Le tomé de la cintura y la acerqué a mi cuerpo, simplemente solo era tenerla cerca para querer dominarla. Ese fuego que llevaba dentro se hacía más fuerte cuando la tenía cerca, tan cerca. Los nervios y la emoción del momento me hicieron salirme de mis casillas, la arrinconé pegando su espalda contra la caseta, pegué mi cadera a su pelvis mientras nuestros labios seguían bailando y disfrutando del momento.

Sin esperarlo, Alyssa puso ambas manos en mi pecho y me separó de ella.

Observé más detenidamente su rostro. Joder, en realidad era bellísima, puedo decir que era la mujer más bella que había conocido. Siempre había estado acostumbrado a mujeres rubias, altas, delgadas y riquillas que solo buscaban más riquezas.

Pero, Beckham era diferente. No era muy alta, era delgada pero eso no le quitaba los atributos tan perfectos que tenía, sus labios estaban tan perfectamente delineados y sus ojos, joder, sus malditos ojos eran lo que más me gustaba.

Su personalidad era una mierda, pero creo que eso era lo que más me atraía de ella. La manera en la que era capaz de controlar todo a su alrededor, su perfección para hacer todo lo que hace, su manera de ver el mundo...

Me sentía atrapado.

—Andrew, ¿Me estás escuchando?

Alyssa me sacó de mis pensamientos. Me había quedado observándola por largos segundos sin decirle ni una sola palabra.

—Acabemos con esto de una vez por todas—Caminó hacía la multitud de gente dispuesta a que yo la siguiera. —Quiero irme a casa. —Segundos después, se perdió en la multitud.

Opté por hacer lo mismo, la cabeza me daba vueltas, había bebido más de la cuenta.

Cuando llegué a la carretera Alyssa se encontraba junto a mi motocicleta. Tomé un casco y se lo tendí, ella lo observó y luego me miró a mi quien ya también me encontraba poniéndome el mío.

Al ver que no hacía ningún movimiento, negué con la cabeza y hablé.

—¿Y ahora que sucede?

—No tengo idea de como ponerme esto —Mencionó refiriéndose al casco.

La observé confundido.

—¿Nunca te has montando en una motocicleta antes?

Ella negó con la cabeza. Tomé su casco y con total delicadeza lo puse en su cabeza, mientras me aseguraba de abrocharlo bien en caso de un accidente.

Me subí y ella, al ver lo alto de la moto se sostuvo de mi hombro para poder subirse. Cerré por un momento los ojos, su solo toque me había hecho sentir una extraña electricidad por el cuerpo.

—¿Lista? —Ella asintió con la cabeza, yo solo sonreí.

Puse en marcha la motocicleta, lo más rapido posible. Una felicidad me invadió en aquel momento, los acontecimientos de los últimos días no habían sido muy favorables para mi, y últimamente siempre estaba de mal humor. Ni hablar de hoy, cuando vi a Alyssa llegar con ese gilipollas, joder ¿Qué le veía? Era esos típicos riquillos de mierda que solo usan los suéteres para cubrirse los hombros y, que en el futuro, muy seguramente se causarían para engañar a sus esposas con una zorra.

Del Egoísmo Al Amor I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora