Nakamoto, el sensible.

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—Oh, ¿estás bien? —preguntó una chica, separándose de su grupo al ver llorando a alguien debajo de un árbol del colegio.— ¿Te pasó algo?

Creo que es el hermano mayor de Jaemin... —murmuró otra.

¿¡Xiaojun!?

Bingo.
La voz que quería escuchar, la chica por la que se había ido a colocar estratégicamente para parecer un bebé llorón con el corazón roto.

¿S-Sana? —preguntó y limpió su rostro rápidamente.— Oh Dios, que vergüenza, lo siento por hacerlas ver esto... yo, me iré, perdón... —habló rápidamente, levantándose, pero Sana lo tomó del brazo, deteniendolo en su lugar.

¿En serio estaba dispuesto a esto por ganarle a Hendery? Nunca admitiría ante Yangyang que tenía razón, que tal vez a las chicas mayores sí les gustaba y ahora, como un vil gusano iba a usar su poco encanto para atraerlas.
¿Está dispuesto a pedir favores y lucir como un cachorrito herido para ganar el favor de unas chicas y así pedirle a Hendy lo que quiere? ¿En serio?

Sí, claro que lo está.

—¿Qué pasó? ¿Por qué estás así? Demonios... —murmuró Sana, mientras observaba su rostro, sus ojos sonrojados, sus mejillas húmedas y sus labios temblorosos. Había tenido que concentrarse en todo lo malo de su vida, que era mucho, pero al final el recuerdo de la llamada de Hendery y el hecho de que no iba a ser suyo había doblado su corazón.

—¿R-recuerdas lo que te c-conté? —murmuró y todas las amigas de Sana se acercaron preocupadas a verlo, una incluso le dio de su jugo, era una ternura cuando lloraba, él lo sabía.

Claro que sí, tu chico... el de la apuesta. —exclamó Sana, viéndolo preocupada, ellos se habían llevado muy bien el día de la fiesta.— ¿Algo salió mal?

Xiaojun asintió, una amega sonrisa se extendió por su rostro y jugó con sus dedos por un momento. —Me llamó el sábado por la mañana y... bueno, él estaba con un chico, él había dormido con él porque creyó que y-yo lo hice y al final, n-no entendí bien si cada vez que yo lo haga, aparentemente, él l-lo hará... o sí esto se volvió una competencia de quién lo hace antes. —murmuró con la mirada baja.— Me siento tan tonto, él debe tener chicos para escoger y yo no pude ni mantener a mi novio conmigo...

Un "owwns" grupal se escuchó de parte del grupo de Sana, las chicas lo veían con tristeza, a pesar de que ellas no entendían todo lo de la apuesta y por supuesto ni sabían todo el desastre de la mañana del sábado y el berrinche que le había hecho a Yangyang y Hansol.

Pero, dijiste que eran tres ¿no? solo debes conseguir otras dos y ganarás. —Sana le sonrió con ternura, como quien ve a su hermano menor.— Y podrás decirle... estoy segura que solo está celoso. — murmuró y Xiaojun se sonrojo.

—¿Decirle qué? —preguntó la que reconoció a lo lejos como Nayeon, compañera de Hansol al igual que Sana.

Lo que él quiere como recompensa por ganar. —Sana sonrió emocionada.—Diles Xiaojun.

—¡Noona! —Xiaojun cubrió su rostro avergonzado y todas rieron encantadas.—Es vergonzoso...

—¡Oh por favor! —Jihyo habló esta vez, se acercó despacio a Xiaojun para poder ver al chico guapo del grado de abajo de cerca.— ¡Nosotras no diremos nada! ¿Qué es lo que quieres pedirle?

El rostro de Xiaojun subió tres tonos de rojo, nadie iba a negar que tener atención en él le gustaba, pero aparte, las amigas de Sana se parecían a ella así que con nervios se preparó para decirlo... que no era mentira, él en serio quería ganar por eso.

TODO QUEDA EN FAMILIA | NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora