Adicción.

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Yuta la miraba fijamente, como si aquella pequeña caja lo estuviera observando con burla.

Cerraba sus ojos y los abría de nuevo, solo para verla ahí frente a él y darse cuenta que era real, que sí estaba ahí, que efectivamente él la había encontrado en el cuarto de su hijo mayor.

¿Lo peor de todo?
No estaba a la vista, como para creer que había sido él quien se la había quitado a alguien o algo así. No. La pequeña puta estaba oculta, tan oculta que solo quien la colocó ahí sabría donde estaba.

Pero Xiaojun nunca pensó que esa caja de madera pudiera caerse o abrirse, estaba tan vieja y apolillada que después de que Yuta había chocado con el estante al barrer el cuarto desastre del menor había caído directo al suelo, en medio del cuarto en pedazos.

El mayor entró en pánico, al ver los pedazos de la caja favorita de Xiaojun, dónde un juego bobo de ¿damas? ¿ajedrez? se supone debía guardarse, a su hijo nunca le gustó ese juego, pero la caja fue usada desde ese momento como el cofre del tesoro y vaya que Xiaojun guardaba ahí sus tesoros bajo llave.

Unas fotos pequeñas y otras grandes envueltas en plástico de Hendery y Xiaojun, otras pocas donde Yangyang aparecía con el duo. Unas donde se veía a Jaemin y su hijo mayor con una sonrisa. Unas pocas monedas, una flor emplasticada al vacío, unas cartitas que más parecían post-it al azar donde Hendery le decía te amo.

Y luego estaba ella.

Una cajetilla hija de puta que al caer soltó un par de cigarrillos en el suelo, indicándole que estaba abierta. La vio sin creerlo, sintió el frío pasar por su cuerpo y cuando la tomó en sus manos notó que faltaban como siete cigarros dentro. Siete cigarros.

Yuta intentó no lanzarse a llorar, porque la verdad no sabía por qué sus lágrimas estaban picando por salir.
¿Eran por tristeza o de cólera?
Porque estaba seguro que estaba como los mil demonios, un lado solo quería destruir esa caja con sus propias manos y romper todo lo que estaba a su alrededor.

Luego, otra parte de él quería llamar a Taeil o a Johnny y llorar con ellos como un bebé, decirles que llegaran porque él no sabía que hacer, no sabría que decir, quería llamar a Taeyong y decirle que tome el primer vuelo de vuelta a Corea, pero, ¿cómo decirles que su hijo fuma? Xiaojun no querría que sus tíos se enteraran, él parecía no querer siquiera que sus padres se enteraran...

Recogió lo que pudo, dejó todo en el escritorio donde el tablero con sus últimas notas trimestrales estaba colgado. Xiaojun no era mal estudiante, no era un mal hijo ni hermano... nadie sabe porque terminó con Mark, pero no cree que sea un mal novio, entonces, ¿qué es esta mierda? momento...

Un recuerdo pasó por su mente, una bolsa que estaba colocada con sus bolsas de basura hace un tiempo, la semana que Xiaojun se encerró en su cuarto a llorar por Mark... en ese momento creyó que había sido algún tonto o enfermo al pasar, que solo colocó sus colillas en la basura más cercana que encontró, una idea tonta, sí, pero no creyó que alguien de su casa podría haberlo hecho. Le contó a Taeyong y el afirmó que eso podría ser, pero ahora... ¿era posible que su hijo haya fumado todos esos también? no los contó, pero a simple vista... parecían más de treinta.

Treinta colillas, treinta cigarrillos.
¿Eso ya contaba como una adicción?
Mierda, ¿su hijo era adicto a fumar?

Esto se ponía peor a cada segundo, se sentía más confundido y solo, porque Taeyong volvía hasta el sábado, prácticamente cuando Hendery llegara, pero este tema no podía esperar hasta el sábado, él no podía fingir que nada pasó, su hijo incluso se daría cuenta porque sus tesoros estaban ahora regados en su escritorio.

No sabe cuánto tiempo pasó observandola, el limpiar había quedado olvidado, ahora solo era él, sentado en la cama de su pequeño viendola fijamente cuando escuchó la puerta de la casa abrirse, el normal bullicio de que sus hijos estaban en casa, las risas de Jaemin, las bromas de Xiaojun, a lo lejos la voz de Yangyang.

TODO QUEDA EN FAMILIA | NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora