TODO QUEDA EN FAMILIA | NCT

¿Se puede ir de mal en peor?

No vomites. No vomites. No vomites.

Su mente le rogaba pero su cuerpo se mandaba solo e insistía en devolver su desayuno, tembló cuando la arcada apareció y se sujetó con fuerza a la taza del baño. Era desagradable y en serio trataba de hacerlo... pero había sido un golpe feo a su corazón.

Hendery los había acompañado al colegio, porque los extrañaba y no quería estar encerrado en casa todo el día así que haría las compras con el Tío Win y luego pasarían por Lian para que el Tío Jungwoo se fuera al trabajo. Su hermano estaba emocionado de ir en el bus de nuevo y todos estaban felices de escuchar su extraña risa de camino al colegio.

Pero la felicidad se volvió amargura rápidamente.

Un chico de un grado arriba dijo algo que debió parecerle estúpido en su momento, tal vez algo ofensivo y fuera de lugar... él mismo se sorprendió de cuanto le dolió. Hendery había bajado para abrazar a todos y besar sus mejillas, se subió en el lado del copiloto mientras su mano se movía a modo de despedida y su tío pisaba el acelerador.

—Oh, mira, el guapo de los Seo volvió.

Oh, dolió, vaya que dolió.
Hizo oídos sordos y apretó las correas de su bolsa mientras pasaba al lado del idiota con la mirada baja y un sentimiento de impotencia en cada fibra de su ser, quería ir hasta él y estamparle un golpe directo en su jodida cara pero los demás no habían escuchado y él no haría problema de una pequeñez... porque eso era, una pequeñez.

¿Él era el Seo feo?
Tal vez, pero era de la mierda cuando alguien más lo decía.

Sintió su estómago revolverse y corrió rápidamente al baño para lavar su rostro pero fue inútil y cayó de rodillas al suelo del baño en cuanto sintió la primera arcada aparecer. No sabe en qué momento... pero lágrimas caían junto con todo lo demás.
Dolía, en serio dolía.

—Mark ¿todo está bien? —la voz de Hansol Hyung hizo su corazón latir en su garganta, asintió ligeramente y luego se dijo idiota porque obviamente el mayor no podía verlo.

—E-estoy bien Hyung. —murmuró y nadie respondió por unos momentos.

—¿Puedes salir del baño? por favor. —pidió y maldijo al ver el desastre en el que se había convertido, se levantó con cuidado, tomando demasiadas toallas de papel para limpiar su rostro mientras se veía en el teléfono.

—Voy, voy... —exclamó, aclarando su garganta y tirando de la cadena para que su desayuno tailandés se fuera a la mierda antes de tiempo, respiró un par de veces y salió con una sonrisa que supo en el instante, Hansol no le compró.— ¿Qué pasa Hyung? —caminó lentamente, aún sintiéndose mareado, al lavamanos y comprobó que su rostro se veía extraño pero no mal... tan mal.

—Nada cariño, solo me preocupé cuando te vi correr hacia acá. —exclamó el mayor detrás de él y Mark sonrió.— ¿Algo te hizo mal? —preguntó con curiosidad y el menor asintió.

—Creo que el Tío Win venía más rápido que otras veces y hoy fue desayuno tailandés. —su nariz se arrugo y Hansol rió a su espalda aún con un ojo fijo en él.— Creo que deberíamos ir a clase.

El mayor asintió y justo cuando Mark se giró para irse lo abrazó, apretándolo contra su pecho y Mark sintió que se quebraría de nuevo.— Que tengas un lindo día y sabes que cuentas conmigo para todo, Makku. —plantó un beso en sus cabellos y ambos salieron rumbo a sus clases, sintiéndose más cálidos que antes.

Las palabras de Hansol le dieron paz los primeros períodos, eso siempre había sido así, Hansol estaba pendiente de los menores más que de él mismo y Mark agradecía que a él le hubiera tocado ser el mayor de todos, porque era el apoyo y pilar de cada uno de ellos, los conocía demasiado bien que era imposible engañarlo, siempre viéndolos y cuidándolos como sus hermanitos... estaba seguro de que él hubiera sido un mal hyung, bueno, ya medio lo era pero eso mejoraría.