Apoyo moral y un besito.

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—¿Qué estás comiendo? —preguntó Hendery con un brillo en sus ojos, el menor observaba impresionado como su novio devoraba un pastelito tras otro.

—Mochi. —balbuceo Xiaojun, atragantándose de una nueva bolita que rosa mientras sostenía su teléfono para la videollamada—. Entonces, tienes una entrega de un ensayo en inglés y...

—¿De dónde sacaste un mochi? —Hendery preguntó, tratando de no mostrar lo mucho que se le antojaba.

—De tu casa.

—¿Qué? ¿Fuiste a mi casa a robar mochis?

—Sí y no. —negó el mayor, tragando antes de tomar otro mochi en sus manos.— Fui a tu casa a robar un hoodie que tu me robaste primero... lo busqué por todos lados y creí que lo había perdido pero estaba entre tus cosas, al menos avísame que te llevas antes de...

—Estamos hablando de los mochis.

—Ah, sí, entré por la ventana, pero Mark me vio desde el pasillo y dijo que la mamá de Hyunjin les había mandando muchos mochis y si quería comer... —exclamó el mayor, metiendo otras tres bolitas en su boca—. Obviamente dije que sí y en serio la señora mandó muchos mochis... eran como cien o más, tus padres me dijeron que agarrara cuantos quisiera.

Hendery asintió ante el relato, su mente analizando la situación—. ¿Alguno de ellos estaba comiendo antes?

—No, cuando baje con Mark aún estaba cerrada la caja, me dejaron agarrar primero. —exclamó el contrario, quitándole importancia—. Están muy buenos.

—¿Sabes que posiblemente te usaron para saber si los mochis no tenían algo verdad?

—Lo pensé. —asintió Xiaojun, masticando audiblemente—. Fingí una asfixia con el primero y creyeron que estaban envenenados, tu padre me dio dinero para que no le dijera a mis papás que me usaron como catador.

—Eres imposible. —bufó el menor, colocando su mentón sobre su mano para ver fijamente a su novio.

—También te amo, cielo. —Xiaojun tapó su caja de pastelitos antes de limpiar su boca, su mirada se dirigió hasta el reloj de su pared antes de suspirar—. Bien, debo irme ya... Hansol Hyung pasará pronto.

—No vayan a ser tontos por favor, sean cuidadosos porque si se lastiman subiendo unas cajas los voy a matar a ambos.— exclamó el menor, preocupado de que su novio y su ex hicieran algo tonto.

—Lo voy a ayudar a llevar unas cosas, es más estoy seguro de que podría hacerlo solo así que creo que quiere hablar conmigo de algo... —murmuró Xiaojun, un poco nervioso—. Me he estado portando bien, lo juro.

—Eso no me da paz mental, Nakamoto Xiaojun.

Un mensaje del mayor le indicó que lo esperaba afuera, justo a tiempo—. Oh, dijiste mi nombre completo, pero, estoy salvado por el hyung, adiós bebé te amo.

—Te amo Junnie. —negó el menor, antes de colgar la llamada, Xiaojun se levantó de la cama, sacudiendo su ropa y sus mejillas del resto de comida antes de bajar corriendo y llegar al auto de Hansol Hyung.

Apenas se sentó a su lado supo que el mayor estaba nervioso, le dio una sonrisa rápida y arrancó el auto aún sin preguntar si tenía todo o al menos tenía el cinturón puesto, muy raro en su hyung.

—¿Todo bien? —preguntó y el mayor soltó una carcajada nerviosa, viendo fijamente el camino antes de apretar el volante.

—No, pero lo estará.

—Eso dicen los asesinos cuando están a punto de matar a alguien, dime que no me matarás a mi porque de haberlo sabido me hubiera comido todos mis malditos mochis.

TODO QUEDA EN FAMILIA | NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora