Regalando recuerdos.

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A Hyunjin le dolía el estomago de tanto reír, la cena bailaba entre el desastre y la locura. 

Una vez el tío de Mark los había llamado a la mesa, todos habían corrido cual estampida a su asiento asignado, emocionados por probar bocado al fin, la verdad es que él no tenía hambre, su apetito se había ido hace un rato, pero todos se veían tan emocionados por las chuletas y las guarniciones que la curiosidad lo mató.

Literalmente lo mató.
Con pena tomó un poco de verduras salteadas y sintió ganas de llorar cuando las introdujo en su boca, era delicioso, exquisito... perfecto, joder, sus papilas celebraban a tal deliciosa comida y luego se dio cuenta del por qué todos quería ya empezar a comer, la guerra había iniciado y se peleaban por los platos alegando mayor edad y derecho.

Él también quería pelear, todos estaban comiéndose su comida.

Así que al final había sido una batalla por la saengchae  y las cebollas, los rábanos pasaban de mano en mano y todo sentían que en su boca definitivamente podía caber más comida. 

—Míralos nada más, comiendo como cerdos. —bufó Lucas, negando mientras comía rápidamente.— Asustarán a Lian salvajes.

—Deja de llorar. —Taeil balbuceo entre bocados.— Jisung te ganó los fideos de soya, supéralo.

—Él no me los ganó, ¡me los robó!

Todos rieron en la mesa, pero sus palillos seguían en movimiento, absorbiendo como buenas aspiradoras todo a su paso hasta que cada plato quedó tan limpió que bien podrían guardarlo de nuevo en los muebles.

Hasta que se vieron sin nada más que comer todos se vieron el uno al otro, una mano en su estómago, señal de que no sabían si podrían levantarse de la silla. El tío de Mark y anfitrión de esta navidad, Kun los veía a todos con satisfacción junto a su esposo, como si su plan hubiera terminado de la manera esperada, no fue el único en darse cuenta, porque otro tío, el profesor Doyoung saltó de su silla.

—¡El laxante no! —exclamó y todos se volvieron pálidos.— ¡Dime que no...!

—Iba a ir en el té. —bufó el otro padre de Renjun, que se veía tan dulce que no creyeras que existiera maldad en su corazón.— Pero no queremos asustar q Hyunjin.

El nombrado respiró de nuevo y todos aplaudieron, agradeciéndole que hubiera salvado sus estómagos y su navidad, él estuvo tentado a decir que en realidad no había hecho nada pero se sentía tan bien las palabras que fue codicioso y las guardó todas.

—¡Es hora de los regalos! ¡yo empiezo! —gritó Chenle, levantándose para correr hacia el árbol.— ¡Gracias por la comida!

Emocionados los menores van a la sala, sentándose frente al árbol con sonrisas encendidas y manos que pican por tomar el regalo que les pertenece, Hyunjin se sonroja un poco mientras Mark toma su mano y lo lleva a la sala, es obvio que él no tendrá un regalo debajo del árbol y eso lo pone un poco nervioso, el que todos lo miren con tristeza es algo que odiaría, pero se estaba preparando mentalmente para la situación, al final, ellos habían sido maravillosos al recibirlo de sorpresa, definitivamente no lo harían sentir mal de manera intencional.

Chenle tomó una pequeña caja en sus manos, una sonrisa amplia antes de acercarse a su Tío Haechan y extender el regalo.— Feliz Navidad.

El mayor toma las mejillas de su sobrio y le planta un sonoro beso antes de tomar su regalo con emoción, sus dedos rápidos quitando la envoltura y sacando ¿un regalo?

—¿Eso es un cepillo de dientes de Spider-Man? —Hyunjin murmuró sorprendido hacía Mark por el regalo, más aun porque todos se veían enormemente conmovidos.

TODO QUEDA EN FAMILIA | NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora