𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐏𝐎𝐃𝐄𝐑𝐎𝐒𝐀 |𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧 𝐀𝐦𝐞𝐫𝐢𝐜𝐚|

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Luego de aquel reencuentro con el profesor Hulk y una breve explicación de cómo él y Bruce se unieron formando un solo ser, y que luego aceptase la loca idea del “atraco al tiempo”. Se dirigieron hacia las instalaciones donde pondrían en marcha aquella loca idea para traer a sus amigos devuelta.

— Ya podemos comenzar — Dijo Steve ingresando a la sala a la hora que habían acordado reunirse.

La camioneta y Scott estaba listos, Natasha revisaba todos los controles junto con Bruce quien a pesar de estar emocionado también estaba preocupado por la vida de Lang.

— Todo se encuentra en orden? — Pregunto Bruce y Natasha asintió con una sonrisa —. Bien por que si hay una sobrecarga no quiero dejar a este chiquitín en los años 50.

— Disculpa? — Pregunto Scott con preocupación.

— Es un chiste — Dijo Natasha para tranquilizarlo —. No digas esas cosas — Le murmuró a Bruce.

— Sí un chiste, un mal chiste — Respondió Bruce bastante nervioso.

— Si es un chiste, verdad?

— No lo sé, estamos hablando de viajar en el tiempo o todo es un chiste o nada lo es, todo bien! — Levantó su pulgar en forma de aprobación hacia Lang. 

Scott termino de colocarse todo su traje de seguridad y espero a que Bruce encendiera la máquina.

— Se irá por una hora y volverás en 10 segundos — Dijo Bruce —. Está claro?

— Perfectamente claro y entendido — Respondió Scott.

— Suerte Scott, lo tienes — Dijo Steve y Scott asintió con una sonrisa.

— Es cierto, lo haré Capitán América — Y allí fue donde el ansiado viaje comenzó.

Contaron hasta 3 para regresar a Scott y corroborar que el viaje en el tiempo iba hacer seguro.
Él regreso pero no de la misma manera que lo recordaban.

— Es Scott? — Pregunto Nat.

— Sí, soy Scott! — Dijo aquel adolescente con cierto miedo.

Bruce comenzó a teclear algunas cosas y los otros dos presentes comenzaron a preocuparse. Un Scott anciano apareció.

— Puedes traerlo devuelta? — Pregunto Steve.

Scott volvió a irse y a regresar como un bebé preocupando aún más a los chicos. A pedido de Bruce, Natasha espero a las órdenes del giganton para apagar la máquina. Y afectivamente allí donde Scott volvió a la normalidad.

— Alguien mojo mis pantalones — Dijo Scott mirando a los tres.

— Ay qué susto!

— No se si fue mi yo bebé o mi yo viejo, o mi yo yo — Trago en seco.

— Y viajo en el tiempo! — Steve solo miró a Bruce y negó para salir de allí.

Satisfacción era lo que sentía en ese momento, de tan solo saber que habían logrado viajar en el tiempo con alguna que otra pequeña falla técnica, que de seguro solucionarían, le daba satisfacción. Aún que la victoria fuese difícil de conseguir, no se encontraba lejos y por mayor razón debían ser pacientes.

Por el gran ventanal se logro ver un auto a que reconoció de inmediato, estaba allí bajando de su choque y esperando a que Steve se acercara a él.

— Y cómo les fue con el atraco al tiempo? — Pregunto Tony.

— Bien, algunas fallas pero tienen solución. Debo admitir que tu visita me ha alegrado — Respondió Steve estrechando su mano con la de Tony —. Bienvenido Tony.

— Gracias, se que no pueden hacer esto sin mí — Dijo Tony a lo que Steve negó sonriendo —. Por eso he venido a darles una mano.

Tony abrió el portaequipaje de su auto y tomo con cuidado un renovado escudo del Capitán América. Con una corta sonrisa y una advertencia que no le dijera a nadie sobre esto le entrego el escudo a Steve quien al sentirlo nuevamente en sus manos después de un largo tiempo sin utilizarlo se sintió con aquella adrenalina y confianza que siempre tenía cuando dejaba de ser Steve Rogers y se colocaba en la piel del Capitán América.

— Se que esto puede fallar pero...una parte de mí dice que lo lograremos — Dijo Tony tomando un caja mediana con una envoltura marrón y un moño rosado —. Con Pepper y autorización de Morgan, queremos obsequiarles esto.

— Gracias, iré abrirlo con los demás...— Tony lo interrumpió.

— No, no es para ellos — Steve lo miró confuso —. Esto es para el bebé.

Con sorpresa y sin palabras Steve observó el paquete que estaba en sus manos, Tony le dió una palmada en el hombro y se dirigió hacia las instalaciones.

— Por cierto, debo ser el padrino de ese niño o niña — Dijo Tony antes de dejar a Steve solo por completo.

Con cierta curiosidad Steve abrió el obsequio y un suspiro tembloroso fue soltado por su boca al ver juguetes de bebé y ropa unisex para un recién nacido.
Apoyando aquella caja sobre el auto Tony, tomo con delicadeza un pequeño conjunto blanco con un oso de estampado en medio del atuendo. Una lágrima junto con una sonrisa aparecieron en su rostro de tan solo imaginarse a su futuro hijo con estas clases de cosas y más que utilizaría el bebé. Regreso aquella ropita otra vez a su caja y con una enorme sonrisa ingreso nuevamente a las instalaciones para guardarla y así esperar a la pequeña o pequeño dueño que se adueñaria de estas cosas.

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38 años...todo un bebé 😂😍❤️✨