03

2.3K 237 57
                                    

Si le preguntaban a Harry desde cuándo empezó a obsesionarse con el amigo y socio de su hermano, no sabría exactamente en qué momento sucedió. El alfa siempre le había parecido apuesto, masculino y terriblemente sexy con su sonrisa encantadora. Su modo de andar era confiado, como si el mundo le perteneciera. Era un alfa que gritaba "móntame" con cada poro de su cuerpo. Y sin duda, no pensaba dejarlo escapar.

Un detonante para la obsesión de Harry fue la fama de soltero inalcanzable que tenía y el que, a pesar de que Harry era una belleza de omega, el alfa no había caído ante sus encantos. Parecía indiferente a ver que el pequeño cachorro había dejado de serlo desde hace mucho tiempo. Pero esa resistencia era sólo fachada, porque Harry podía ver sus ojos seguirlo cuando estaban en la misma habitación, Louis no era tan inmune. Su plan de conquista funcionó y no necesito más que una insinuación para tenerlo a sus pies.

Su relación era un pícaro secretito que se guardaban entre ellos. Nadie en la familia podía enterarse de que mantenían una relación casual. O todo terminaría en desastre. No era un secreto para nadie que los Tomlinson esperaban que su único hijo contrajera matrimonio con un omega de buena reputación, Harry estaba descartado de esa lista. Y por el lado de los Malik, Shawn enloquecería al saber que Louis se atrevió a profanar el cuerpo de su hermanito. Además estaba aquella sagrada regla de oro que el alfa le había impuesto y que surgió debido a un pequeñito problema con uno de los americanos que se asociaron recientemente con el Grupo Malik.

Ansel Elgort, un alfa guapo, joven y rico, que se había obsesionado con el pequeño Malik, había roto su compromiso luego de que unas fotos comprometedoras fueran reveladas.

—¡Tu comportamiento es inaceptable, Harry!

Harry estaba ocupado admirando las fotografías del periódico.

—¡Eso no es justo!—El omega hizo un puchero. —¡Difuminaron mi trasero!

Shawn, quién estaba presente en la oficina de su padre, no pudo seguir controlando su enojo.

—¿No te has dado cuenta del problema que causaste?

—Disculpa, pero no todo es culpa mía. ¡Yo no sabía que Ansel estaba comprometido! Además nadie lo manda a ser infiel.

—Ya no sé qué hacer contigo. —Su padre se frotó la sien. —Gracias a tu inmadurez el contrato fue cancelado. Perdimos una buena parte de la inversión. Y del daño a la reputación de nuestra familia es mejor ni hablar. Quiero que empaques tus cosas y te vayas a Francia.

—¡No, papá! ¡No quiero ir al internado otra vez!

—Debiste pensarlo antes. El avión estará listo en media hora. No quiero volver a verte hasta que tu comportamiento sea digno.

—¡Shawi, ayúdame!

Para la desgracia de Harry, su hermano estaba furioso con él también.

—Lo siento, pero esta vez estoy de acuerdo con papá.—Shawn tampoco sabía que hacer con su hermano y era al que más le dolía tomar la decisión de alejarlo. —Tienes que aprender a comportarte, Hazz. No puedes ir por la vida sin comprender que todo lo que hagas tiene consecuencias. Además, vivir de esa manera tan alocada, no es bueno para ti. Algún día podrías salir lastimado. Y no permitiré que eso suceda.

Harry se limpio las lágrimas.

—No les funcionó la última vez. Y tampoco funcionará ahora. ¡No importa cuantas veces quieran deshacerse de mí!

Y efectivamente ningún intento por reformar a Harry funcionó.

Su padre lo mandó al internado todas las veces que pudo hasta que fue mayor. El omega tenía un espíritu rebelde que nadie podría doblegar. Y la familia tuvo que aprender a vivir con ello.

Hermoso, Coqueto y Vanidoso (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora