Hermoso, Coqueto y Vanidoso (Larry)

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Londres, Inglaterra.

El empresario y multimillonario, Louis Tomlinson, miro directo a la cámara con una expresión seria. El flash de la cámara casi lo deja ciego. El fotógrafo profesional, que buscaba sacar una buena foto para un artículo de la revista Forbes, soltó un suspiró y de la manera más educada que pudo le pidió que sonriera un poco.

—Sería excelente si podemos capturar su lado carismático. —El fotógrafo enfocó el lente. —¿Podría sonreír un poco, CEO Tomlinson?

La mirada helada que recibió el fotógrafo le dijo que el alfa no estaba para nada interesado en cooperar.

Louis Tomlinson aflojó su corbata y reviso su reloj. Tenía una reunión a la que asistir en treinta minutos y está sesión fotográfica se extendió más de lo que le habría gustado.

—Tienes suficientes fotos para el artículo, hemos terminado.—USO el tono de voz que no admitía réplica.

El reportero a cargo del artículo, que se mantuvo cerca coordinando la sesión de fotos, se alarmó al ver que el alfa tenía toda la intención de retirarse del lugar.

—Pero, CEO Tomlinson...

—Dije que hemos terminado. —Louis Tomlinson hizo una educada inclinación de despedida hacia todo el equipo y luego se dirigió al reportero. —Espero un artículo excepcional de su parte, reportero Joe.

El reportero Joe no era conocido por rendirse con facilidad.

—Si me permite, aún tenemos unas preguntas más para el artículo. ¿Le importaría darnos unos minutos más?

—Nos reunimos hace dos días en mi oficina y le concedí dos horas, era suficiente para preguntar lo que necesitaba. ¿O le parece poco?

—Es que estas son preguntas de una índole más... personal... que intereses tiene un alfa tan exitoso como usted, deportes, pasatiempos o quizás...

—¿Me está preguntando acerca de mi vida amorosa?

El reportero Joe se puso pálido.
—Bueno, eso es algo directo...

—No estoy en una relación y tampoco planeo estarlo. Pero le daré algo de información que puede utilizar y modificar a su gusto. —Louis aflojó más su corbata y le dio una mirada despectiva. —Me gusta el sexo de una noche con algún omega o beta lo suficientemente interesante como para entretenerme por un rato. ¿Mi respuesta le complace? ¿O quiere algo más explícito que pueda opacar el verdadero propósito del artículo tan sólo para que venda más ejemplares?

—Fue inapropiado de mi parte, disculpe.

—Si lo fue. —Louis estaba molesto ahora. —No haga que retire mi consentimiento para la publicación de esta entrevista, reportero. Su falta de profesionalismo ya es bastante decepcionante.

Todo el mundo guardo silencio con las cabezas agachada mientras el Alfa abandonaba el estudio. Cuando estuvieron seguros de que se había ido, el reportero Smith soltó una maldición.

—¿Que sucede con él? ¡Siempre concedía entrevistas con una sonría en el rostro! Desde que ese omega Malik lo engañó es un dolor en el trasero. Se convirtió en un arrogante.

El fotógrafo examinó las fotos que captó y se encogió de hombros. En ninguna de ellas el alfa sonreía. La expresión de Louis Tomlinson era la de un depredador que no dudaría en saltar sobre tu garganta en el momento en el que te descuidaras. En este mundo, él era el depredador y no la presa.

—En parte lo entiendo. —Murmuró, comprensivo el fotógrafo. —Fue engañado por su omega y dejado en el altar. ¡Que gran humillación! Yo tampoco sería el mismo después de eso.