07

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—¿Hay algo que quieras en especial para tu cumpleaños, Harry?

El omega arrugó la nariz con disgusto.

—No me gusta cuando usas mi nombre completo.

—No puedo llamarte de la otra forma en público. Además, Shawn puede venir en cualquier momento y puede escucharnos. Y tú no quieres eso. ¿O si? —El omega no contestó, sólo giro el rostro en otra dirección y se cruzo de brazos. Fastidiado.
—Oh, vamos. No me hagas esto.

Harry le dio una mirada de reproche y se entretuvo picoteando su comida.

—Harry, mírame.

El omega siguió ignorándolo.

Louis sonrió y le dio un beso en la mejilla.

—¿Piensas ignorarme toda la tarde, hermoso?

Harry hizo un puchero y señaló sus labios, dándole a entender que con un beso lo perdonaría. El alfa estaba encantado de cumplir con los caprichos del omega. Si estuvieran solos en su apartamento ya lo tuviera entre sus brazos llenándolo de besos.

Pero las cosas eran diferentes cuando estaban en público.

Debían guardar las apariencias y no olvidar que para todos los demás, solo eran amigos y que su relación no iba más allá de lo aceptado por el decoro. Pero a Harry le encantaba desafiar su paz mental con estos juegos.

—Ven aquí.

Louis acarició las mejillas de Harry y le dio un beso al que el omega correspondió de muy buena gana. Para la vergüenza del alfa, Harry soltó un gemido ahogado que resonó en todo el lugar. Era una fortuna que fueran los únicos en aquel balcón del restaurante en el club deportivo.

—Dilo, Lou...

—Eso es solo cuando estamos en privado, Hazz.

—Pero yo si te digo "Lou" todo el tiempo.

—Eso es porque eres un descarado de primera.—Louis le dio otro beso para luego murmurar sobre sus labios :
—Amorcito.

La risita encantada de Harry lleno de vida todo el lugar. Amaba que fuera así, tan libre y lleno de alegría.

—No me provoques cuando el resto de la familia esté aquí. —Le rogó. —No creo que pueda soportarlo.

—Me gusta verte perdiendo el control. Pero esta bien, me comportare. —Harry le dio otro beso. —¿Vienes a casa esta noche? Voy a dejar la ventana abierta, así subes por el balcón. ¿Si?

—No me siento cómodo con eso.

—¡Lou! ¡Lo prometiste!

—No, jamás lo hice. Además, eso ya es demasiado. No voy a escabullirme y a tener sexo contigo en tu casa, mientras toda la familia duerme. Hay ciertos límites que no pienso cruzar.

—Eres un aburrido.

—Tenemos que ser discretos. —Louis le aparto el cabello de la frente y le dio un beso.—Y tú no ayudas mucho.

Harry le sacó la lengua.

—Eso no fue lo que dijiste cuando tuvimos sexo en tu escritorio.

Antes de que Louis pudiera buscar un argumento válido para defenderse, el abuelo Jacob llegó.

Vestido con su traje de domingo que consistía en un pantalón de tela gris, una camisa blanca, un chaleco azul y su imperdible bastón con joyas incrustadas en la empuñadura, derramaba confianza y seguridad al caminar. Podía estar en sus ochenta años, pero era todo un alfa dominante.

Hermoso, Coqueto y Vanidoso (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora