Hermoso, Coqueto y Vanidoso (Larry)

06

Lo primero que Louis pensó esa noche al ver a Harry, fue que ese bendito omega seria su muerte.

En aquel traje Gucci hecho a la medida, joyería colgando del lóbulo de su oreja izquierda y aquel hermoso rostro, el omega se había vestido para impresionar. Y vaya que lo había logrado. Louis apretó los puños, mientras observaba al otro lado de la estancia, como Harry era sacado a bailar por uno de los patéticos niños ricos que asistieron esa noche.

Observó al omega coquetear con varios alfas, regalando sonrisas y toques sutiles. ¿Tenia que hace eso justo frente a él? Porque era obvio que ese pequeño espectáculo estaba dirigido a él.

Ellos no habían hablado desde que se fue de viaje. Pero por mucho que se muriera por arrebatarlo de los brazos de todo aquel que se atreviera a tocarlo, no podría mover ni un dedo, si Harry no lo permitía. ¿Hasta cuando tendría que seguir actuando como el otro hermano mayor frente a todos? No creyó poder ocultarle a nadie como se sentía por mucho más tiempo. Y era mejor que las cosas terminaran mientras aun podía guardar las apariencias. Por el bien de Harry, de su amistad con Shawn y de sus propios sentimientos.

Pero, demonios, como le dolía ver que Harry regalaba sus sonrisas con tanta facilidad.

-Sigue presionando esa copa con tanta fuerza y terminaras con una herida muy fea. -Louis le hizo una mueca a la preciosa omega que lo tomó del brazo.-¿Se supone que eso es una sonrisa?

-Perdóname, no quiero ser descortés.

Suran soltó una risita.

-Ten un poco de cuidado...-La omega se acercó tanto que Louis pudo sentir la calidez de su pecho y su perfume natural a vainilla. -Las miradas que le das a ese pequeño omega, te están dejando en evidencia, Louis.

-No sé de que hablas.

- ¡Oh, por favor! ¿Acaso crees que soy estúpida? Has estado mirando a Harry durante toda la noche. ¿Hay algo entre ustedes?

-Es el hermanito de mi mejor amigo.

-Eso no responde a mi pregunta.

El caso es que no había nada entre ellos y no porque Louis no quisiera. A Harry solo le importaban sus deseos y lo que habían tenido no fue más que una travesura para él. Había sido demasiado estúpido al caer en el juego de ese cachorro.

-Es complicado.

-Si, bueno, pues...-Suran acercó su rostro al de Louis y lo miró directamente a los ojos. Solo centímetros los separaban. Un pequeño movimiento y sus labios entrarían en contacto. -Estoy segura de que te alegrará saber que, tu pequeña complicación, se esta muriendo de celos ahora mismo.

Hace poco menos de quince días, cuando regresó de su viaje de negocios, su madre le había presentado a la hermosa Suran.

Una omega de cabello rubio y piel clara, hija de una familia respetable. No era estúpido, las intenciones de su madre eran claras. Pero como en otras ocasiones, Louis no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer.

No tendría una relación con Suran y se lo dejó en claro desde su primera cita.

-Por muy atractivo que seas, Louis, yo tampoco quiero caer en los planes de mis padres. -Con su típico humor burlón, ella había sonreído y le dió un beso en la mejilla. -¿Y si nos ayudamos el uno al otro? Tengamos una cita o dos, solo para que dejen de molestarnos por un tiempo. ¿Que dices?

Así fue como terminaron saliendo en varias ocasiones, al principio para complacer a sus familias, y después porque descubrieron una agradable compañía que se tornó en una buena amistad. Para los propósitos de ambos, eso les funcionó de maravilla.