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A solo tres días de la boda, todo iba de mal en peor.

Harry había dejado de dormir, no importaba cuántas pastillas tomara no lograba conciliar el sueño, se mantenia en un estado de estupor constante, como si todo lo que ocurría fuera un sueño del que no podía despertar. Escuchaba a las personas hablar y sabía que les respondía, pero no recordaba que había pasado en los días anteriores más allá de la terrible angustia que sentía a diario.

—Harry, cariño, ¿Podrías regalarnos al menos una sonrisa? —Serena, la organizadora de la boda, parecía preocupada. —Recuerda que este es uno de los eventos más importantes de tu vida, que se note tu felicidad.

¿Felicidad?

—Es la primera vez que una sesión de fotos me sale mal.

—¡No digas eso! Te ves increíble, es solo que, necesitas más corrector para esas ojeras. Y quizás un poco de color en las mejillas...

Harry no dijo nada mientras lo maquillaban. El flash de la cámara llovía sobre él pero no pudo conseguir ni una sola sonrisa. No tenía ánimos para fingir una.

—Creo que podremos usar una o dos de estas... —Murmuró Serena por lo bajo. Oculto la frustración con una sonrisa profesional. —¡Bien, hemos terminado con tu sesión individual! ¿A que hora vendrá el CEO Tomlinson? Necesitamos continuar con la sesión de pareja.

Esa era una pregunta que no podía contestar. Desde aquella horrible tarde en la que pelearon, Louis seguia ignorando sus llamadas. Y no tuvo el valor para buscarlo de nuevo. Esa ira y la voz de mando eran algo que Harry nunca había visto en su alfa y, francamente, le dio miedo esa faceta desconocida.

Salio del estudio de fotografía para llamar a Louis.

Afortunadamente, esta vez, su llamada no fue ignorada.

—¿Sucede algo?

El tono frío del alfa le dejó mudo por un momento. Llevaban varios días sin hablar y la última vez pelearon terriblemente. De pronto, Harry no supo cómo debía dirigirse a él. Tenía la sensación de estar hablando con un extraño.

Y se sintió morir.

—¿Estas en camino? —¿Porque sonaba tan asustado? El no era asi. Se aclaró la garganta y tomó valor. —Hoy es nuestro sesión de fotos para la boda. ¿Lo has olvidado?

—No lo olvidé.

Eso lo lastimo aún más.

—¿Y entonces porque no estas aquí... conmigo? —Si, se sentía tan devastado como había sonado.

Louis soltó un suspiro de molestia.

—Tengo asuntos que atender aquí en la oficina. No puedo dejar las reuniones a medias para atenderte, el proyecto del nuevo hotel está en la fase final y con la inauguración el próximo mes tengo que estar aquí supervisando todo lo que me envían desde Bradford.

—Pero son asuntos de nuestra boda...

—Tendremos que posponer la sesión.

—La boda es en tres días y ni siquiera nuestras fotos están listas. Además se supone que nuestra cena de ensayo era hace dos días y la tuve que posponer. Ahora...

—¡Por el amor de Dios, son solo unas fotografías, Harry! —Louis estaba enojado ahora. —¿Quieres, por favor, dejar de actuar como si fuera el fin del mundo?

—Se suponía que estarás aquí hoy, nosotros...

—Pospusiste la boda muchas veces, una sesión de fotos no es nada.—El alfa estaba realmente molesto. —Ahora, si no tienes nada más importante que decir, voy a colgar.

Hermoso, Coqueto y Vanidoso (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora