—¿Estás bien, amorcito?—Las arcadas fueron la respuesta. Louis suspiro.—Ese es un no.
El alfa esperó pacientemente en la cama mientras escuchaba que su omega vaciaba su estómago en el retrete.
—Amorcito, déjame entrar para consolarte.
—¡Cállate, Louis! Déjame vomi...—Arcada. Más náuseas. Otra arcada.—¡Odio este estúpido yate!
Louis se tendió en la cama viendo el techo. Escuchó como la llave del lavabo se abría y minutos después, un pálido y desganado omega se dejó caer a su lado. Louis hizo un sonido de ternura y lo atrajo a sus brazos.
—¿Me bebé se siente mejor?
—¡Me quiero morir!
—Esto es extraño.—Louis le apartó el cabello y dejó un beso en la húmeda frente del omega.—Tu nunca te habías mareado antes.
—Despide al cocinero. Los sandwiches me sentaron mal. ¿El queso estaba fresco? Yo lo sentí algo extraño
—Yo preparé nuestro almuerzo. Cómo siempre.
—¡Entonces no lo hiciste bien!
—Harry, ¿no será que estás...
—¡Cállate, ni lo digas! Aún soy demasiado joven para tener un bebé.
—Bueno, sería una posibilidad, la última vez no tuvimos ningún cuidado.
—No es eso. —Harry hizo un puchero. —Cállate o me voy a enfadar.
—Ya, descansa. Te sentirás mejor.
Louis iba a darle un besito pero Harry retrocedió exagerando.
—¡No, iugh, Lou! ¡Acabo de vomitar!
—¿Y eso que? ¿Te cepillaste los dientes, no es así?
—¡Es asqueroso, Louis!
—Nada de ti me da asco.
—Que enfermo estás.—Harry frunció el ceño.—Tal vez tengo influencia. Te puedo contagiar y tienes que ir a tus reuniones de mañana.
—Tienes una indigestión, eso no se contagia como la gripe, Hazz.
—¡Tú qué sabes! No eres médico.
Louis llenó de besos la carita hermosa de su omega y se rió de sus quejas. Harry tenía la costumbre de dormir abrazado a una almohada, pero desde que tenía a su alfa, no había mejor almohada que él y su olor a pino.
Había algo en el alfa que calmaba a su lobo más que cualquier otra cosa en el mundo.
—Todavía estas duro.—Se lamento el omega.—De verdad quería hacer cositas deliciosas contigo, Lou.
—Esto es delicioso.—Murmuro el alfa con voz ronca en su oído.—Estar acurrucado contigo. Podría pasar horas así.
—Pues a mí me gusta más cuando gruñes en mi oído y me penetras, así bien salvaje.
Louis ya era inmune a los comentarios de su pareja. Al principio de su relación cada vez que Harry soltaba una de esas frases se sonrojaba a morir y sentía que los oídos le sangraban.
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Hermoso, Coqueto y Vanidoso (Larry)
FantasyADAPTACÍON. Segunda parte de Chiquito, Bonito y Caprichoso, centrada en Harry y Louis. La fecha para la boda fue fijada y las invitaciones ya fueron repartidas. Pero el corazón y la consciencia de Harry el segundo hijo del imperio Malik, no estarán...