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Suavemente, bésame, que quiero sentir tus labios besandome otra vez... —Roman bailaba mientras se dirigía a la cocina en busca de una cerveza.

Estaba todo mojado por la ducha, el cabello castaño destilaba gotas coquetas que se deslizaban por su cuello y su increíble pack de abdominales se mostraba orgulloso. La toalla blanca alrededor de su cintura le daba un aspecto matador. —... Besandome otra vez, ¡Si señor!

Dio una vuelta sensual antes de abrir el refrigerador, celebró al encontrar una cerveza y siguió festejando mientras cantaba.

Estaba decidido a no dejar que los asuntos del trabajo lo incomodaran. Su familia podía subestimarlo todo lo que quisieran pero les demostraría que era tan capaz como Josh y tan inteligente como Liam. La duda era, ¿cómo rayos iba a hacerlo?

—Nani dice que es indecente que las personas anden sin ropa por ahí. —La voz dulce de una niña lo asusto.

—¡Pero que mierda!—Roman del susto se resbaló con sus propios pies mojados y cayó de cara al suelo, derramando su bebida. —¡No, mi cerveza!

Había una cachorrita en pijama sentada en el mostrador de la cocina. Vestía ropa holgada de deporte y un gorrito anaranjado.

La niña estaba tomando una chocolatada de lo más feliz mientras balanceaba sus piernitas.

—¡Ese alfa dijo una mala palabra! —Chilló. —¡Le tienen que lavar la boca con jabón!

Roman la miro con enojo.

—¿Y tú quien eres o que?

—Soy Steph.

—Aja. Steph. ¿Y se puede saber que estas haciendo aquí? ¿Con quién viniste?

—¡Con Nani!

—¿Que rayos es una Nani? ¿Una niñera? —Roman asintió. —Ah, comprendo. Alguno de los socios vino de visita con su hija. ¿Quién es tu padre?

La pequeña abrazo su caja de chocolatada.

—¡Vine a vivir con él!

Roman frunció el ceño.

—¿Que estas diciendo?

—Dije que vine a buscar a mi papá y a vivir con él. ¡Mi papá es uno de los alfas que vive en esta casa!

Las palabras fueron asentándose poco a poco en la mente de Roman. Cuando creyó comprender la situación, se puso pálido.

—¡Por la luna!—Casi se desmaya.

—¿Cuantos años tienes?

Roman extendió su manita con el número de dedos que Nani le había enseñado que era su edad.

—¡Así!

Roman empezó a hacer cuentas, coincidía perfectamente con aquella vez en que una ex novia del pueblo lo amenazo diciéndole que no podía dejarla porque estaba embarazada. ¡¿Entonces era cierto?! Había dejado a su retoño sin padre. Si, era obvio.

La cachorra hasta tenía su misma nariz perfilada y hermosa.

—¿Tú madre se llama Angelique?

—No me causa gracia. —Steph se cruzo de brazos pensando que el Alfa se estaba burlando de que no tenía mamá. —¡Eres un alfa muy descortés!

Roman se llevó las manos a la cabeza.

—¡El viejo va a matarme!

—¿A dónde me llevas? —Steph soltó un chillido de alegría cuando Roman la cargo como si fuera una costal. —¡Que divertido!

Hermoso, Coqueto y Vanidoso (Larry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora