El apartamento de Louis estaba exactamente igual a como Harry lo recordaba. Era como si regresara a todos los momentos felices que pasó con Louis. Y es que estar en este lugar le traía muchísima nostalgia. En este apartamento de soltero habían pasado tantas cosas: la primera vez que durmieron juntos, las millones de noches en las que se escapó con Louis para pasar el fin de semana con él, todo a escondidas de sus familias. Tan peligroso, adictivo y excitante. La sensación de ellos dos, compartiendo un secreto picante en esas cuatro paredes. Lo único que cambiaría sería aquella vez en la que Shawn los descubrió, aún no lo perdonaba por la paliza que le dio a Louis. Estar en este lugar le daba a Harry la sensación de volver a casa más de lo que sintió volviendo a la mansión. Si lo pensaba bien, durante casi diez años esta fue su casa, prácticamente dormía aquí todas las noches. En el pasado, el apartamento estaba lleno con todas sus cosas, impregnado con el aroma de ambos, ahora, no había rastro de que alguna vez estuvo aquí. Louis había devuelto casi todo lo que dejó a la mansión y las demás cosas las tiró. Y Harry lo entendía, si todo había terminado ¿por qué guardar pertenencia que nadie iba a reclamar? Así que todo estaba igual a la primera vez que piso ese lugar. Era el apartamento de un alfa sin compromiso, un lugar solitario y sin vida. Solo Harry sabía de la calidez y de los dulces momentos que esas paredes habían presenciado.
—¿Recuerdas la primera vez que vine?
—¿Acaso lo recuerdas tú? Estabas borracho en aquella ocasión.
—Recuerdo lo suficientemente. Como por ejemplo, mis piernas alrededor de tu cintura y tu respiración en mi oreja. —Harry se estremeció de gusto.—¡Valió la pena tanto esfuerzo por seducirte! Porque no te dejaste atrapar muy fácil, Louis. —El omega le hizo el reclamo haciendo pucheros.
Harry aún recordaba lo frustrado que se sintió en aquellos años cuando Louis lo trataba igual que a un cachorro. Seducirlo no fue fácil y requirió de mucha perseverancia.
—¡No fue fácil para mi hacer como si estuviera ciego!—Tener al hermanito de su mejor amigo persiguiéndolo, con ataques despiadados de sensualidad, fue agobiante. Además, el debate mental que tuvo entre dejar de ver a Harry como el cachorro al que vio crecer, para apreciar al omega hermoso en el que se convirtió, le dejó sintiéndose como un pedófilo muchísimas veces.—Yo sí te veía pero no podía tocarte.
Viéndolo ahora, la aventura que tuvieron y la pésima relación por la que atravesaron es algo a lo que ninguno de los dos renunciaría jamás. Fueron un tremendo error. Pero al final se habían amado muchísimo y eso nadie podía negarlo.
Harry le ayudó a Louis a terminar de llegar a la habitación, le dio un vaso con agua y vigilo que se tomará los antibióticos que el médico le recetó.
—¿Tienes hambre, Lou?
Louis le dio una sonrisa cansada, rechazando el ofrecimiento.
Ahora que la emergencia había pasado y que ya estaba en casa, era tiempo de que Harry se fuera.
El omega no había descansado mucho en estos tres días y tampoco es como si tuviera la obligación de quedarse. Louis siempre atesoraría el que haya estado con él en su mayor momento de debilidad. Nunca pensó que fuera posible, en el pasado dudaba mucho de que pudiera apoyarse en Harry en momentos como éste, pero agradecía haberse equivocado.
—Gracias por haber estado conmigo.
—Tú harías lo mismo por mí.
—Lo que quiero decir es que no tienes ninguna obligación de quedarte conmigo, ya has hecho suficiente. Vete a casa, Harry.
Si no se equivocara, Louis pensaría que Harry estaba a punto de llorar.
—¿Tú quieres que me vaya? ¿Tanto me odias?
ESTÁS LEYENDO
Hermoso, Coqueto y Vanidoso (Larry)
FantasyADAPTACÍON. Segunda parte de Chiquito, Bonito y Caprichoso, centrada en Harry y Louis. La fecha para la boda fue fijada y las invitaciones ya fueron repartidas. Pero el corazón y la consciencia de Harry el segundo hijo del imperio Malik, no estarán...