Capítulo 5

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Fred:

Después del pequeño incidente en el que acabé peleando con mi hermano vino Krum a dejar su papel en la llama.

Cuando se fue, todo el mundo se había apartado así que me dieron vía libre para verla sentada hablando con Noah. Me levanté de un salto del suelo apartando a mi hermano de encima mía. Solo podía mirar la escena con rabia, pero resulta que todo el mundo me estaba mirando a mí con pena. Ahora no solo era la gente de mi casa la que sentía pena por mí, malditos cotillas.

- ¡¿Es qué soy un mono para que me miréis así?! - Exclame casi rojo de la rabia, era estar así o que toda la gente viera mi parte sensible, y eso no iba a pasar hasta dentro de mucho tiempo.

Salí de allí casi corriendo, los efectos de la poción ya se pasarían, pero ahora me iba a encerrar en mi cuarto o no se... el enfado no me dejaba pensar con claridad.

Todavía sin una dirección clara estaba saliendo de aquella sala que me había rechazado en todas las formas posibles cuando sentí que alguien cogía mi brazo con suavidad.

- Déjame, George, quiero irme. - Dije con toda la rabia que podía en la voz mientras me giraba.

- Estoy haciendo una excepción, Weasley. - Escuché como me decía ella antes de girarme del todo para después encontrarme con ella mirándome directamente a los ojos. Los dos reflejaban enfado, lo sé. Pero en los dos había algo de tristeza.

- ¿Ahora sí que quieres no? - Le dije para no caer rendido y darle un abrazo como mi mente me estaba diciendo, en ese momento me di cuenta de que todavía no había soltado mi brazo.

- Sabes mejor que nadie que nunca me has dejado de importar. - Confesó bajando un poco la cabeza, pero sin dejar de mirarme a los ojos. Me volvía loco.

- Ni tu a mí, no sabes lo mal que lo paso cuando me ignoras. - Dije esta vez con más tristeza que rabia en la voz.

- Entonces ¿por qué hiciste lo que hiciste? - Me preguntó volviendo a subir la cabeza, ahora sus ojos tenían furia que parecía que podía matar solo con mirarte. Bueno. Con mirarme.

- No sé, fue un impulso y simplemente me apetecía. - Dije despreocupado, en ese momento soltó mi brazo y supe que no debería haber dicho eso. Pero ¿qué iba a decir? No podía decir que me traía loco desde el primer momento en que la vi y que ni siquiera cuando estoy con otras chicas puedo sacarme sus ojos o su sonrisa de mi mente. Simplemente no podía hacer eso y menos delante de todos los alumnos que había.

- Bueno yo solo venía a llevarte a la enfermería. - Me dijo fría. - George ya está allí. - Volvió a bajar la mirada, pero con el mismo tono de voz.

- Pues vamos, pequeña. - Le dije subiendo su cara con una mano en su mejilla. - Necesito quitarme esta barba ya. - Le dije divertido a lo que ella soltó una pequeña risa.

- La verdad es que solo estoy haciendo la excepción porque si seguías con la barba me iba a ser muy difícil ignorarte y no reírme cuando estuvieras cerca. - Me dijo mirando adelante para luego sentir su brazo pasando por mi espalda. Se que solo iba a ser un rato y luego volvería a estar como durante el último mes durante... Merlín sabe cuánto tiempo.

- Pues entonces necesito comprarme una peluca blanca y una barba como la de Dumby. - Le dije mirando hacia abajo para ver su reacción, ella rompió a reír y yo me quedaba hipnotizado con su sonrisa. Caminaba gracias a ella que al tener su brazo en mi espalda tiraba de mí, si no, me habría quedado como una estatua en el sitio.

- No me pongas la tarea más difícil, pelirrojo. - Me contestó volviendo a mirar hacia arriba.

- Es una tarea que has elegido tu sola, pequeña. - Dije poniendo una media sonrisa que ocultaba lo triste que estaba.

Semi-Corazonada | Fred Weasley  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora