Capítulo 6:

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Ese pequeño asentimiento produjo un completo salto de alegría en mi interior, supe que no era del todo justo pero también que marcaría una diferencia en los libros de historia. Me levante del suelo, y el pequeño imitó mi movimiento sin dudarlo, me produjo bastante ternura ver a alguien tan inocente a mi lado y más vale que me la produjera porque sería yo la que me encargará de criarle de nuevo como hermana mayor, era algo que todavía debía hablar con mis padres, pero no iba a dar mi brazo a torcer en este aspecto, debía asegurarme de primera mano que lo que le había prometido se cumplía.

- Vale, ahora vamos a salir de esta burbuja, ¿te parece bien? - Ofrecí mi mano al moreno empezando a caminar con cuidado hacia el exterior, los seguidores más leales del Señor Tenebroso habían sido llevados a otro sitio más seguro para evitar que pasara algo y en poco tiempo serían encarcelados en Azkaban.- Si te sientes mal avísame y vamos más despacio, ¿vale?

- Vale. - Avanzamos poco a poco dejando a los cuerpos asentarse al aire fresco de nuevo y salir de esa burbuja, me hizo gracia el ver la facilidad con la que se movía Tom en el interior comparado con su versión malvada.

- Ya estamos fuera, pero queda una cosa por hacer, ha habido mucha gente que se ha tenido que ir a otro mundo por esta guerra, - Al llegar a mi cabeza la imagen de Fred riéndose en cualquiera de los momentos que pasé con él tuve que tomar aire para que mi voz no se quebrase, pero sin poder evitarlo mis ojos se cristalizaron ante el recuerdo. - Harry...

"Los lazos de energía mágica conectan a las personas por diferentes motivos, hay muchos tipos de conexiones entre la gente, pero en el momento en el que dos personas que estén conectadas se propongan un objetivo común pueden hacer un gran cambio" leí, y se me ocurrió que el lazo entre dos de los magos más poderosos del momento tendría que tener una gran potencia

Harry llegó a nosotros con el semblante serio, sorprendentemente, el pequeño mantuvo uno igual de serio hacia el mayor, mirándole con una curiosidad no mostrada al exterior, pero el pequeño agarre más fuerte hacia mi mano me lo demostró.

- Vamos a rescatar juntos a toda esa gente que nos ha tenido que dejar, ¿vale? - Me dirigí al pequeño mientras Harry sacaba un pequeño puñal de su chaqueta y pinchaba el centro de su mano para que saliera sangre. - Confía en mí, esta presión - Con cuidado, puse mi mano en su pecho dándome cuenta en ese momento de lo pequeño que era. - se aliviará.

- ¿Me tengo que pinchar yo también? - Preguntó antes de agarrar el puñal que le tendía Harry, asentí con una sonrisa triste pensando que no querría, pero me sorprendió ver que, sin dudarlo, hizo que saliera un poco de sangre de la palma de su mano.

- Muchas gracias, Tom. - El pensar en volver a ver el brillo en los ojos de gente que no lo habría tenido que perder hacía que el ansia viva que estaba reteniendo desde el inicio de la pelea aumentara. Cogí la mano de ambos, forzándome a mí misma a no temblar, y las junté sintiendo el poder que emanaba esa combinación, la sangre de ambos se mezclaba como agua y aceite, pero su magia se volvía más y más fuerte a cada segundo. - La gente a la que hemos perdido puede volver, - Empecé a decir elevando mi voz para que todos los que estaban en el Gran Comedor me escuchasen.- Podemos volver a sentir su alegría a nuestro alrededor, necesitamos sentirlo, la gente que quiera que alguien vuelva con ellos ha de cerrar sus ojos, - Después del leve murmullo que se formó la mayoría de personas hizo lo que decía.- Recordad su risa, su olor, su cariño, su presencia, cualquier momento valioso con ellos es suficiente, imaginaos que os abrazan de nuevo. - El silencio de nuevo era como si el comedor estuviera vacío, casi no me hacía falta ni levantar la voz, a cambio, pequeños puntos de luz empezaron a aparecer ante las personas con los ojos cerrados. El sol parecía que no iluminaba lo suficiente comparado con todos los puntos de luz que se formaron en la sala, todo era brillante, como una brisa ligera que sopla después de una tormenta.- Recordad los momentos, bonitos o tristes, que pasasteis a su lado, recordad cómo sonreía o cuales eran sus cosas favoritas, recordad sus caras cuando tenían su juguete favorito o cuando practicaban su deporte favorito.- En uno de los lados de la enorme sala, mi vista fue a parar al punto de luz delante de George, a mis ojos, esa luz era más brillante que cualquier otro.

Poco a poco, se empezaron a escuchar alguna que otra risa triste, al recordar algún momento que fue cómico en su día pero que ahora dolería más que cualquier otra cosa. Los puntos de convirtieron en luces, haciéndose más y más grandes a velocidades diferentes, pero formándose poco a poco. A medida que su presencia se iba haciendo más fuerte, empecé a intuir gente conocida, Aberforth traía de vuelta a Dumbledore, McGonnagall a Snape, Molly a Lily, Arthur a James, Sirius a Lupin y Ginny a Tonks.

Las luces empezaron a tener nombres y apellidos, siendo semejantes a los fantasmas que deambulaban por el castillo libremente. Algunos lloraban, otros sonreían dulcemente a las lágrimas amargas de las personas que les habían invocado.

No pasó mucho hasta que las luces empezaron a tomar color, cogieron fuerza y ya no parecían simples espíritus. A cambio, los cuerpos que estaban por la sala de la gente que no había podido llegar al final, empezaron a hacerse transparentes. Pero eso sólo lo veía yo, todo el mundo estaba invocando a alguien, derramando lágrimas que mostraban la importancia que habían tenido para ellos.

Harry y Tom parecían haber empezado a formar su nuevo mundo, ambos estaban con los ojos cerrados, apretando sus manos y juntando sus frentes pensando, probablemente, que cuanto más unidos estuvieran ellos más fácil sería traerles de nuevo a la vida.

Ver cómo la gente se abrazaba a sí misma, recordando a sus seres queridos y pensando que harían lo que hiciera falta para volver a tenerles a su lado me hizo poner una mano en mi pecho, dándome cuenta que tenía el corazón desbocado. Pero más lo tendría la gente que empezó a sentir cómo le envolvían de nuevo unos brazos que eran tan familiares para ellos, lloraban en su pecho o su hombro de nuevo y sentían alegría entre las lágrimas.

Hasta que de pronto caí en la cuenta de que había una persona que también estaba volviendo conmigo, en ese pequeño rincón estaban los dos gemelos abrazados, George llorando y Fred... él también lloraba. Me quedé plantada en el sitio, si avanzaba pensaba que mis piernas me fallarían y no podría levantarme, preferí quedarme viendo esa bonita escena. No sé bien el tiempo que pasó, pero las risas volvían a la sala, Harry y Tom me sonreían al saber que se había cumplido mi plan.

Unos brazos me envolvieron cuando miraba a otro lado viendo con detalle los reencuentros de las personas de la sala. Los conocía bien, pese a que estaba a mi espalda reconocí a su dueño y sentí que podía volver a respirar.

- Siempre supe que eras increíble. - La voz quebradiza del pelirrojo me hizo girarme para verle de nuevo, como un sueño que se hace realidad, pero esta vez era una realidad que parecía un sueño.

FINAL.

Semi-Corazonada | Fred Weasley  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora