Semi-Corazonada | Fred Weasley

Capitulo 5

Ayer la verdad es que fue un día muy productivo, había conseguido cita para todos los chicos. Por la noche me estaba debatiendo entre buscar hoy a las citas para las chicas o ir a hablar con las citas de los chicos, al final decidí buscar para las chicas y luego ya hablaría con todas las pretendientas.

El segundo día de mi plan había dado el cañonazo de salida, esta vez era el turno de las chicas.

Mi plan para ellas es citar a todas al final de las clases en un sitio concreto de uno de los pasillos, las citaría con 5 minutos de margen de tiempo entre cada uno. ¿Que cómo iba a descubrir a quien le interesaba cada una? Sencillo, los chicos que las miraran serias los candidatos y después de eso le lanzaré un hechizo para que se les caigan los libros que les había dicho que trajeran porque necesitaba ayuda, de ahí la persona que se acercara a ayudarla será el elegido. Empecemos:

- Hermione:

La cité a las 5 en punto de la tarde con la excusa de que necesitaba una foto de nuestro álbum familiar para que así viniera con los álbumes. A ella le tocó la parte derecha del primer piso así que a las 5 menos dos minutos estaba escondida detrás de una estatua para ver cómo los chicos la miraban, pobrecita la veía que lo estaba pasando un poco mal.

Había alguien al que me sorprendió y me alegró ver que la estaba mirando, era Ron así que decidí llevar a cabo mi plan y lancé Wingardum Leviosa para tirar sus libros al suelo. Se habían acercado dos chicos, uno era Ron y el otro era otro Gryffindor alto y robusto con el pelo color miel que me daba un poco de repelús. Al final fue Ron el más rápido de los dos y ayudó a Hermione con un poco de rosa en las mejillas de los dos. ¡Qué divertido era esto!

Estaba decidido, Hemione y Ron iban a tener una cita. Así que decidí acercarme a ellos y mientras que ellos hablaban yo ojeaba uno de los álbumes familiares, VI una foto de los padres de Hermione y los míos juntos mientras que nosotras éramos bebés y estábamos riendo mirándonos. Me llevé esa foto y me despedí de los dos.

- Paula:

A las 5 y 5 minutos estaba ella esperándome en la parte izquierda del pasillo del primer piso, yo venía corriendo desde la otra punta del piso así que me recosté en la pared escondiéndome y así vi como ella estaba mirando el libro de DCAO que le había pedido que trajera. Mientras tanto había dos chicos de Slytherin mirándola, uno era rubio, espera ¡Ese era Draco Malfoy! El otro era moreno y sin nada de especial, pero era bastante guapo, también había otro de Huffelpuf que estaba con Cedric Diggory pero no le estaba haciendo ni caso, este tenía el pelo con rizos y casi blanco del todo.

Como no sabía por quién decidirme lancé de nuevo el hechizo y se le cayó el libro de las manos. Los tres se iban a acercar, pero el más rápido fue el Huffelpuf así que ese será el candidato para Paula.

Después de eso me dirigí hacia ella le di las gracias por el libro y saludé al chico que estaba hablando con ella, no tenía tiempo para hablar con ellos porque tenía que subir al segundo piso así que les dije que me tenía que ir y me fui dejándoles hablando.

- Alma:

Llegue bastante muerta al segundo piso, menos mal que era también la parte izquierda, igual que el sitio del que acababa de esta. Me puse la capucha de la sudadera que estaba llevando, porque no había ningún escondite, y esperé a que llegara Alma ya que se estaba retrasando un poco, la vi llegar por el pasillo con el libro de Cuidado de Criaturas Mágicas en la mano mientras que ya tenía a dos chicos mirándola, uno era un águila rubio con rizos y probablemente le sacaría media cabeza a Alma mientras que el otro era un león de la misma estatura que ella, tal vez un poco más alto, y también rubio, pero más oscuro.

Era la hora para ver quién de los dos sería el elegido, un Wingardum Leviosa lo decidió todo. El chico que era más alto y con rizos fue el primero en acercarse, vi que el otro agachaba levemente la cabeza y me dio penita pero bueno me tenía que concentrar. Justo después de que empezaran a hablar aparecí dándole las gracias y me despedí diciendo que se lo devolvería mañana que es que no encontraba el mío, ella no me hizo demasiado caso para ser sincera porque estaba hablando con el chico. Había dado en el clavo para Alma.