Semi-Corazonada | Fred Weasley

Capítulo 7:

Poco después de que se fueran mis amigas conseguí dormirme, no sin antes darle un par de vueltas a lo que me había acababa de decir Dumbledore, me parecía muy raro que supiera todo.

A los pocos minutos caí en los brazos de Morfeo y he tenido la sensación de que me acabo de dormir sonó la alarma. Ya que hoy volvíamos teníamos que salir mucho antes de Hogwarts, mucho antes de que empezaran las clases. Y aparte, necesitábamos terminar de empacar algunas últimas cosas que nos habíamos dejado de última hora.

Cuando nos empezaron a llamar para volver a casa bajamos todas con las maletas y allí fue cuando vimos a Javi y Héctor en el salón esperándonos. Ahora que lo pensaba, hacía mucho tiempo que no había estado con Javi. Sabes algo de él por todo lo que nos contaba de elena por las noches, pero hacía mucho que no le veía en persona.

- ¡Hombre Javi, cuánto tiempo! - Le saludé abriendo los brazos para darle un abrazo.

- Sí, la verdad es que hacía mucho que no nos veíamos, Emma. -Me contestó devolviendo el abrazo.

- Sí, pero no he estado desinformada. -Le dije mientras empezábamos a andar, a Héctor hacía menos tiempo que no le veía, de hecho, unos días antes habíamos pasado la tarde juntos.

- Pero, ¿cómo no puedes estar desinformada si hacía mucho que no hablábamos? -Me preguntó algo desconcertado.

- Bueno, hay cierta morena que nos habla bastante de ti. - Le dije dándole un codazo flojo, pero que sabía que le iba a poner rojo al instante. Y así lo hizo.

- No-no sé de qué me hablas...- Me contestó tímido mientras se rascaba la nuca.

-Venga anda no te hagas el tonto. - Seguirme el juego riendo, teníamos Adelina justo delante y notaba que el intentaba no mirarla, aunque no podía. - Sabes perfectamente que te estoy hablando de Angelina.

- Bueno, bueno, no soy el único aquí que tampoco está desinformado. - Contraatacó él volviendo al juego.

- Ah, ¿sí? ¿Qué sabes tú? - Pregunté parando en seco y girándome para mirarle, movimiento que el repitió.

- Bueno, - Empezó a dar una vuelta alrededor mía haciendo que me pusiera algo nerviosa. -Sé que no has estado en tu mejor racha. - Hizo una pausa dramática para darle suspense - Pero también sé que a partir de ahora vas a estar en nuestro secreto. - Paró delante de mí bajando el tono de voz para que solo pudiera oírle yo.

- Pues sí, tus fuentes son fiables porque todo es cierto. - Concluimos riendo para acercarnos al grupo y seguir hablando todos con todos allí.

Montamos en el tren colorado, rumbo a Londres. El viaje se me hizo muy corto, durante la primera mitad estuvimos un rato hablando unas con otras mientras que salíamos a ver a más personas, entrábamos en la cabina de los chicos, ... pero a la segunda mitad la noche casi en vela nos pasó factura a todas. Acabamos quedándonos dormidas unas sobre otras y recostadas en el regazo de la de al lado.

Los gemelos no desaprovecharon la ocasión y estuvieron preparando, ante la atenta mirada de muchos de los estudiantes, una tormenta única y exclusiva para nosotras cuando nos despertáramos. Y no se olvidaron de echar el pestillo en la cabina y poner su propio peso sobre él para que no pudiéramos salir.

Sí, la broma les salió bastante bien la verdad. Acabamos todas empapadas y secándonos con sus túnicas y sudaderas los que ya estaban cambiados, deberían de haber pensado eso antes.

Justo después de que terminara de cambiarme, decidí ser la última en ponerme ropa seca para molestar un rato más a Fred, empezaba a tocar el silbato el maquinista, estábamos llegando. Me quedé parada en medio del pasillo sin darme cuenta que venía un pelirrojo por detrás.