Kara es una prestigiosa estudiante en la secundaria, pero está completamente enamorada de una persona tres años más grande que ella y no pudo conocerla bien ya que para Kara era su primer año en la secundaria y para la otra persona era su último. ¿...
Kara: —Oye Mags... ¿Sabes donde está Alex?— Escuché la voz de mi amiga con un tono de nerviosismo y miedo por no tener el conocimiento de donde se encuentre su hermana.
Mi mirada de nuevo bajo a mi mano, me quede pensando si era posible que me casara con Alex, ya que todas las pistas se centran en este anillo que tengo. Me quedo en silencio procesando toda la información y conectado todo, hasta que ya no tengo mayor duda de lo sucedido.
Estoy casada con Alex Danvers!
Maggie: —Tal vez se encuentra bajo mis sábanas.—dije misteriosamente.
Kara: — Ok . . . ¿En que habitación estás? ¿Segura que se quedó a dormir contigo?— mi amiga hablo con un toque inocente ante mi insinuación y demasiado rápido, porque casi no logré entenderla.
Salí del baño y fui directa a la puerta principal para asegurarme en que habitación estaba.
Maggie: —Tendrás que venir a la habitación número A 217.—dije confundida. —¿Tú donde estás?—
Regrese a la habitación donde estaba hace unos minutos. En este momento me pregunté ¿Por qué estaba en otra habitación? Además de que no podía recordar el como termine aquí, se supone que estaría compartiendo cuarto con Alex y Kara. Así que no podía recordar exactamente lo que había estado haciendo la anterior noche, pero bueno, por mi parte no me fue tan mal como a Kara. Si se puede decir.
Kara: —Yo estoy en el penthouse, sola. —se quejó mi amiga. — Solamente deja tomo una ducha y voy a verte.—
Maggie: —Te estaré esperando rubia y no hagas travesuras solita en la ducha.—realice una pequeña broma.
Colgue la llamada y mientras Kara aún no venía, decidí darme un baño exprés, por lo que volví a encender mi celular, lo conecte a las bocinas que tenía la habitación, y deje preparada mi playlists favorita.
Maggie: —Disfrutaré mi vida como si fuera el último día. —di un grito mientras abría el grifo de la ducha y esperaba que se calentara el agua.
Me deslice de mi pijama de Batman y mi ropa interior. Poco a poco el vapor se instaló en toda la cabina y en la mampara. Entre a la cabina de la ducha y giré el grifo para equilibrar el agua.
Cerré mis ojos cuando sentí el agua correr por todo mi cuerpo y comenzaba a reproducirse mi playlists con mi canción favorita, por lo que comencé a cantar a todo pulmón.
Maggie: —HAKUNA MATATA, una forma de ser . . . HAKUNA MATATA, nada que temer. . . Sin preocuparse es como hay que vivir . . . A vivir así yo aquí aprendí . . . —cantaba bajo la ducha, mientras me colocaba shampoo en el cabello. — HAKUNA MATATA . . . — Gritaba siempre la parte más importante de la canción.
Me enjuague para quitarme los restos del shampoo, así que ahora me enjabono mi lindo cuerpecito y a lo lejos escucho como se abre la puerta del baño. Me siento observada por alguien fuera del cristal de la bañera. Me doy le vuelta para ver quien es.
Maggie: —Si vas a seguir admirando mi lindo cuerpo, mejor únete. — Dije sonriéndole sarcásticamente. —Lena no se va enterar. —dije con una risa burlona.
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