Sólo una mirada y me robaste el corazón

-68- Luna de miel.

La mejor semana de sexo...

☆☆☆☆☆☆☆

POV Kara:

Una de las ventajas de que mi mejor amiga sea ahora millonaria, es que sea la patrocinadora oficial de nuestra luna de miel.

Antes de trasladarnos al aeropuerto y comenzar nuestra anhelada luna de miel, Maggie había pasado a despedirse de nosotras, en el cual nos entregó unos boletos de avión y una reserva para un destino sorpresa.

Nuestra luna de miel, sería por unos días, solamente para nosotras dos juntas en una de las mejores playas de todo el mundo.

En primer lugar, habíamos quedado en que nuestro destino sería una parte de Irlanda. Pero Maggie estuvo pensando en el mejor regalo de bodas que nos podría dar, lo que nos llevo a nuestro destino actual.

La Riviera Maya, México...

Mi amiga nos había mencionado que nos iba encantar visitar lugares turísticos de la zona, si es que deseábamos salir de la habitación.

¿Qué mejor lugar que uno de los mejores hoteles de Cancún?, con nuestra su propia playa privada, un área de spa exclusiva para los huéspedes, habitaciones elegantes y entre otras cosas.

Solamente sabía algo, que está luna de miel sería inolvidable para nosotras.

Kara: — ¡Bueno, aquí estamos!—Exclame mientras sacaba el equipaje del taxi.— Wow, este lugar es impresionante...—me referí al inmenso hotel.

Lena: — Es fenomenal...—dijo, mientras le daba una propina al chofer.—¿Segura que Maggie no pedirá nada a cambio después por esta luna de miel?—

Kara: —Maggie dijo que lo hacia con todo el corazón... pero me regalo un peluche y me dijo que lo colocara en frente de la cama... —

Lena: —Estoy algo segura que instalo una cámara oculta en ese peluche...—

Kara: —Pues hay que hacerle una jugada a Maggie... y disfrutar este gran regalo de aniversario.—Dije, acercándome para darle un besito en su mejilla.

Pasamos a recepción para consultar nuestra estadía en el hotel y nos entregaron una llave de la habitación principal. Pedimos el ascensor, hasta que se detuvo y accedimos a el, siendo las únicas en ese espacio.

Lena: —No me darás un beso, conejita.—se acercó lentamente a mi, y rodeó sus brazos en mi cuello.

Kara: —Sabes que siempre...—me acerqué y comencé a besarla.

Lena: — Hmmmm—sentí sus manos sobre mi trasero, al mismo momento en que comenzó acariciarlo.

El elevador se detuvo lo que tuvimos que separarnos y recuperar nuestras respiraciones, en ese momento entró una anciana con bastón, quedando en medio.

x: —No hagan sus cochinadas en lugares públicos, niñas. Para eso tienen una habitación.—nos regañó, mientras nuestras mejillas se enrojecían.

Cuando llegamos al piso número 23, salimos algo torpes por la constante mirada enfurecida de la anciana. Por mi, deseaba que estuviera a lado su habitación del de nosotras para que escuchara lo bien que nos divertiremos.

Busque el número de la habitación, hasta que llegamos enfrente de la puerta correcta. De repente mi expresión de una sonrisa cambió a una de confusión, coloqué una mano en el otro bolsillo y rápidamente trate de buscar.

Kara: —¿Dónde están? —Pregunté con preocupación.— Podría haber jurado que los tenía en mi bolsillo, no podría haber ...—

Lena: —¿Qué pasa?—