Cuando te vuelva a ver

5. La biblioteca

- Claramente me quedé destrozada, volví a necesitar semanas para recuperarme y volver a mi vida normal. Cada noche cuando me quedaba sola y apagaba las luces, veía su cara reflejada en el techo, en mis pensamientos. Sus ojos iluminaban mis noches y la veía cada vez que miraba al cielo nocturno, volvía a la noche que la conocí que aunque hiciera ya casi un año, para mí no había pasado el tiempo. Me torturaba repitiendo una y otra vez la escena del ascensor y aunque hacia lo que podía para intentar olvidarla, ella fue mi compañía todas y cada una de las noches durante meses. Decidí empezar a escribir un diario, cada noche le escribía como había pasado el día, si había pensado en ella o sí sentía que ya empezaba a olvidarla.

- Que difícil – dice Jazmín con el corazón en un puño - a mi también me ayudó escribir - dice mirando a Flor - pero no se cuanto tiempo más hubiera aguantado así.

- Lo fue – digo intentando no centrarme demasiado en lo que sentí años atrás. – Muchas veces creí que la podría olvidar, pero luego cerraba los ojos antes de dormirme y me daba cuenta que eso iba a ser difícil. Para mí era más fácil que para ti, porque yo ni siquiera había estado con ella, era solo una ilusión de mi mente... además aunque hubiera querido no tenía cómo contactarla.

- Y nosotras decíamos que nuestra historia había sido complicada – le replica Flor a Jazmín y esta le da la mano.

- ¿Queréis que siga?

- No hace falta ni preguntar Juliana, ¡está claro que sí! – chillaba emocionada Flor.

- Vale entonces – digo cogiendo aire profundamente – Después de ese encuentro y de todo lo que me costó recuperarme, acabé mis estudios y llegó el momento de decidir una carrera. Pensé mucho la carrera que debía decidir y le di mil vueltas, empecé a considerar que tal vez éramos demasiado jóvenes para decidir, pero al final volvió un recuerdo a mi cabeza, algo que viví poco tiempo atrás y que me impactó en varios aspectos. Así que me inscribí en la Universidad en Periodismo y Arte en Radio y Televisión. Es un Campus que hay en el centro de Ciudad de México y se dedica solo a todas las ramas de Arte. Mi nota era muy alta así que no tuve problema en entrar con una beca y lo que más me gustó en aquel momento de aquella universidad era que estaba lejos de casa y podía quedarme a dormir en el campus ya que formaba parte de la misma beca. Necesitaba un respiro y dejar de escuchar a mi madre decir que ya tenía edad como para empezar a salir con chicos. Parecía preocuparle mas que mis estudios y eso me cabreaba muchísimo.

- ¿Y qué estudiaste? – pregunta Flor.

- Me inscribí en la carrera de periodismo. Mi visita a aquella empresa me marcó, no solo por encontrarme con Valentina sino también por conocer todo lo que un periodista debía hacer antes de dar la noticia a la gente. Creí que sería una carrera interesante, en la que podría dar rienda suelta a mi imaginación en algunos aspectos y también que no caería en la monotonía que probablemente sería lo que más odiaría.

- Te entiendo.

- Además no lo voy a negar, parte de mí también pensaba que era más posible volverme a encontrar con Valentina si estudiaba en México que si lo hacía en Puebla.

- Claro, normal. – decía una de ellas.

- No puedo decir que fue el motivo principal por el que cogí esa universidad, ya que realmente era una de las más buenas que había en el país. Cuando me fui a inscribir, me acompañó Ana, por cierto me enamoré del campus. Era un lugar alegre y con mucho ambiente, la gente parecía feliz y había grafiteros decorando algunas paredes en blanco que parecían hechas para ellos, gente en el parque tocando la guitarra y cantando, otros con sus cámaras enormes haciendo fotos a los grafiteros y todos ellos reían.