69. Medias verdades

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VALENTINA

- Valentina, antes de empezar con la entrevista, quiero que sepas que yo no he elegido las preguntas y que no estás obligada a responder si no quieres. - afirmo - También informarte que la entrevista va a estar completamente grabada ya que tengo que enviársela a mis jefes para que den crédito del artículo que yo presente.

- Esta bien.

- Por eso te rogaría que fueran respuestas lo más profesionales posibles. Si tienes algo personal que decirme, dímelo o házmelo saber y pararé la grabadora. Mis jefes no saben que nosotras nos conocemos de antes y me gustaría que siguiera siendo así.

- Como desees. - digo. Me gusta verla así, seria y profesional. Sabe lo que hace y tiene claro que esta es su profesión. Es cierto que como dijo ahora solo hace de fotógrafa pero por el momento creo que sigue gustándole lo de periodismo.

- Vale, pues si estás lista empezamos. - asiento con la cabeza y veo como Juliana aprieta al botón de grabar. - Buenos días Valentina. - su voz cambia a una un tanto más seria y formal y eso me hace sonreír.

- Buenos días. - respondo.

- Antes que nada me gustaría darte las gracias por acceder a esta entrevista y por facilitarnos tanto las cosas.

- No se merecen, es un placer.

- Bueno creo que gran parte del mundo te conoce, pero por si no fuera así, vamos a resumir un poco tu vida. Eres Valentina Carvajal, una joven de 26 años, hija del empresario León Carvajal y hermana de tres grandes talentos, Eva, Micaela y Guillermo, junto con los que diriges un imperio familiar ¿Correcto?

- No sé si lo definiría así, pero sí, es correcto. Tengo tres hermanos y junto a ellos y mi papá dirijo una editorial. - aclaro.

- Sabemos que hace poco te graduaste en diseño y moda ¿Verdad? - yo afirmo - Cuéntanos un poco, ¿De dónde te vino esa pasión? ¿Era algo que siempre tuviste claro?

- Creo que siempre ha sido algo que me llamaba y recuerdo cuando era pequeña, iba de tiendas con mi mamá y siempre nos daban las tantas. Nos encantaba mirar ropa y cambiarnos y ponernos mil modelos. Yo jugaba mucho con los colores y me encantaba arriesgar. Además siempre le pedía que me hiciera fotos y nos poníamos a modelar por la tienda. Era más una tontería, pero supongo que lo recuerdo con amor. Cuando estaba en casa jugaba a que mis muñecas tenían una tienda de moda. Creo que no era algo que tuviera muy claro pero cuando tuve que empezar a pensar en que quería enfocar mi vida, qué era eso que podía hacer de mi trabajo algo divertido, creo que lo tuve claro.

- Eso es muy bonito como recuerdas a tu mamá. ¿La recuerdas mucho?

- Claro, mi mamá era mi mayor apoyo, la echo mucho de menos. - me emociona hablar de ella, ojalá estuviera aquí. Estoy convencida que ella sí me hubiera aceptado.

- ¿Cómo se tomó tu familia que te quisieras dedicar a la moda?

- La verdad de maravilla. Al final la moda no va tan desvinculado con el negocio familiar y además era algo que compartía con mi mamá y todos la queríamos mucho. - Juliana ve como me emociono y me estira la mano por encima de la mesa para que se la acerque y una vez nuestras manos se juntan ella me acaricia.

- Sí, era una gran mujer. - La echo tanto de menos - Vamos a intentar cambiar de tema, no queremos que te pongas triste. - sonrío - ¿Cómo fue tu experiencia en la universidad? ¿Te adaptaste bien? ¿Tardaste más de lo debido correcto?

- La verdad que mi paso por la universidad fue muy bueno. Supongo que lo normal en alguien joven. Estudié, disfruté de las fiestas universitarias, hice amigos, me enamoré - veo la cara de Juliana y por un momento se pone blanca - y sinceramente no tengo ninguna queja. Todo el mundo fue muy dulce y se portaron genial. Pero ahora ya solo queda mirar hacia delante y aprender a aprovechar el tiempo al máximo.

Cuando te vuelva a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora