Nos encontramos en un tibio amanecer,
y luchamos con el alma, para no caer,
simplemente fue inútil, controlar la emoción,
pues los latidos se salían del corazón.Nos vaciamos en besos llenos de pasión
y con ello aumentaba la excitación,
impregnamos nuestra piel entre sábanas,
embarramos la locura con nuestras ganas.Susurramos al oído, perversión desatada,
comiéndonos a besos, sin olvidarnos de nada,
plegaria en gemidos, abrazados rezábamos,
mientras felices en pecado nos quemábamos.La noche avanzaba y las estrellas nos abrigaban,
al mismo ritmo nuestros cuerpos danzaban,
la cama, el sofá, la mesa, nos sostenían,
y temblores nuestras pieles renacían.Locura encerrada en cuatro paredes,
desvestimos los pudores y los quemamos,
para avivar el fuego de la hoguera de placeres,
y nuestros instintos mas salvajes liberamos.La lujuria traviesa nos salió del interior,
y los valores huyeron de temor,
la moral finalmente se rindió,
y en nuestros sexo felizmente se fundió.Las Letras de mi alma