Ya ha pasado un tiempo desde que juntos caminábamos por la vida y éramos uno solo, que el viento nos acompañaba y nos dábamos beso a beso, que nos buscábamos en las miradas, que la llamadas eran interminables, que amanecíamos contándonos sueños y deseos, ya paso un tiempo que eras el amor de mi vida, y yo el amor de la tuya...
Que irónico no, que fuimos mucho durante un tiempo, y luego el mismo tiempo nos escondió el uno del otro, que ya los mensajes se terminaron, que ya el teléfono no timbraba buscándonos, tu no me marcabas y yo deje de esperar la llamada, y dimos por terminado algo que quizás ni si quiera empezó, bueno por lo menos para uno de los dos.
Es increíble como dos amantes de la noche se convierten en extraños cuando amanece, y la complicidad no son mas que hojas que el otoño boto y hoy pisamos al caminar por ahi, y de repente nos ataca la nostalgia al escuchar el ruido cuando se desbaratan, nos ponemos melancólicos y recordamos instantes donde nos preguntamos Que paso_ si éramos tan felices.
Supongo que el amor es asi, o por lo menos el de nosotros, instantes que quedan en el alma tatuados pero que con el tiempo poco a poco se palidecen pero jamás se borran, siempre estarán ahi vivos cuando uno de los dos los traiga en algún dia, en alguna noche en algunos segundos y sabes que fue bonito porque a pesar de todo y de nada... se dibuja una sonrisa tonta en tus labios.
Asi que no hay adiós, hay un... hasta el próximo instante que te recuerde.
