Los consejos de mi abuela
Tenerte, escucharte, disfrutarte,
fue un honor siempre acompañarte,
eras esa inquietud disfrazada
y yo era la nieta descarriada.
Me mirabas y te mirabas,
en mi vida te reflejabas
por eso sabias que te necesitaba
y mi alma a tu alma escuchaba
tenias el alma rebelde y enamorada
y yo un un abismo que me ahogaba,
te sentabas horas aconsejándome,
sabias que vivía abandonándome.
No querias que viviera tus errores,
no querias que me llenara de temores,
no querias que en la vida sufriera,
y que viviera suspirando por el hubiera...
Escribías hilando ilusiones y anhelos,
tus sueños frustrados entre velos,
tu inocencia perdida entre cuentos,
y pintabas alas para volar por momentos.
Eran muchos los consejos que me dabas,
eran muchas las horas que me entregabas,
era yo el nuevo transporte de tu alma,
era yo la luz que encendías con calma.
"Hay que sonreir aún en la tristeza"
me decías siempre levantando la cabeza,
"Hay que vivir la vida como se nos presente"
y aquellas alas dibujadas las llevo en mi mente.
Las Letras de mi alma
