Caminando por el parque, un 14 de febrero, entre parejas que pintaban de rojo el paisaje, entre globos y regalos, que habían por doquier, yo con mi música, mi libro y un termo de café, caminaba para encontrar un sitio donde sentarme en paz a leer, era mucha la algarabía y ese olor a amor que despedían llego un momento que todo me molestaba, fue cuando entonces crucé la calle donde había un cementerio, que era el lugar perfecto para estar a solas y con la tranquilidad que necesito.
Caminé y vi el lugar perfecto, acomodé mis cosas y me senté.
La brisa hacia bailar las ramas de un árbol viejo que me regalaba sombra y frescura el escenario perfecto para posar y entre el silencio una estatua me hizo pensar.
Un ángel de piedra estaba frente a mi, me acerque y en la lápida decía, "monumento a cupido por su estupidez"
Me reí un poco por aquella revelación, ¿es en verdad cupido el culpable de lo que llamé amor?
Sería fácil culpar a alguien de mis malas desiciones y la incapacidad de saber escoger.
¿Quiere decir que es su culpa que odie el amor?
¡Simpática broma!Me hizo quedarme un poco reflexionando, lo mismo pasa en las relaciones, jamas aceptamos nuestro error, y nos mordemos la lengua antes de pedir perdón, aunque claro es demasiado tarde pues el daño es irreversible y es un proceso en linea donde una cosa lleva a otra hasta que todo llega al final.
Temores, rencores, fantasmas, inseguridades, confusiones, miedos, pudores, desconfianza en fin toda una gama de herramientas que se usan para huir de la culpa y que terminan el amor.En fin, creo que en vez de ese epitafio debería decir "monumento a un guerrero que murió harto al ver la falta de compromiso y tolerancia"
Ahora siento pena por ese símbolo del amor, que cada vez es mas odiado como si el fuera quien falló
Los versos de la luna 🌑
#lasletrasdemialma