Por mas que tratamos de vivir esta relación de sucumbirnos en la esencia de cada uno, los silencios incomodos, nos deterioraban cada día, y la soledad en compañía debilitaba el sentir.
Uno piensa que solo amar es suficiente, que amar es el ingrediente indispensable, que la pasión hace reacción perfecta, olvida que la monotonía acaba de manera directa.
Que difícil es reconocer que no fue suficiente, que tu mirada se hundió en mi mente, que las caricias se ahogaron en otras pieles, y que vernos era ráfaga de frío sin placeres.
Ya no éramos uno mismo como creíamos, descubrirnos ajenos era una realidad, aun en cercanía se puede uno alejar, y barnizar de letras sombrías la palabra amar
Destinados a no ser, a no pertenecer, caminamos juntos hasta lograr perdernos, porque fuimos esencia doblegada, seres que deambulan en una misma morada.
Las letras de mi alma
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