¿Me invitas un café?
Caminando por la calle esta tarde
nos encontramos de frente.
Sonreímos, al mirarnos de repente,
y no pudimos evitar el sentimiento.Teníamos meses de no vernos
desde el último pleito aquella tarde,
donde dijimos ya no continuar lo nuestro
para no lastimarnos y doblegarnos.Te note delgado, pero tus ojos seguían brillando...
y seguías luciendo tan apuesto.
Por momentos, nos quedamos en silencio.
"¿Me invitas un café?" - me dijiste sonriendo.Te pregunté qué pasaba con tu vida.
Cómo estaban tus cosas.
Un poco triviales las preguntas,
para no ser tan efusiva.Me mirabas con recato.
Contestabas muy liviano.
Mi corazón iba a mil,
pero el tuyo había cambiado.Hablamos un poco de todo.
Nos reímos de tonteras.
De repente viste el reloj,
y el tiempo para mí paró.La pregunta seguía en el aire.
Seguro estás ya con alguien.
Me confirmaste la pregunta,
y con excusas, hasta el café dejaste.¡El amor es tan volátil!
Eso pasa cuando no es real.
Cuando uno de los dos quiere más,
y el otro prefiere olvidar.Sola con las dos tazas de café
pensé que el amor se enfrió igual.
Al dejar pasar el tiempo,
también muere el sentimiento.Olvidar es lo que queda,
y un adiós, mejor sincero,
que una unión sin razón
donde dañe el corazón
porque solo uno amó,
y el otro solo fingió.Las letras de mi alma
27/12/2018