La vida es un lazo que nos acompaña
una mirada que ante la adversidad se empaña
unos latidos que nos regalan segundos
y unos minutos que mueren con lo pasos.
Pasamos sorteando signos de angustia,
marcamos nuestra alma con cada historia
que nos toca los sentidos y emociones,
encarcelando nuestra esencia a mil revoluciones.
Somos artistas de vidas ajenas
personajes hechos de sueños y penas,
ahogándonos en esperanzas rotas,
testigos con fuselajes y botas.
Naufragos de ilusiones desbordadas,
voces incomodas que han sido calladas,
llenos de limites, miedos y prejuicios
asediados por enjuiciamientos vacíos.
Hay dolor que brota desde las entrañas,
luz que se apaga por miradas extrañas,
confusos seres que mueren aun caminando
devorados por una libertad que vamos jalando.
Agonizando el respeto a nuestras creencias,
vistiendo de hilos que atan nuestras existencias,
revolcándonos en los charcos de lo pasado,
cobrándonos en el presente el vino tomado.
Las letras de mi alma
