—¡El chico es un idiota!—descargó su ira Valerie en Avan, dejando atrás su amabilidad. Y Avan solo la miraba, con una ligera sonrisa—.¿Qué?
—Así que... ¿ahora soy tu novio? —preguntó Avan, de forma coqueta e hilarante.
—Era por el momento, no te creas tan importante —dijo Valerie en modo de broma para mejorar un poco la tensión.
Ambos callaron durante un rato, y juntos, se sentaron en el banco que estaba situado al lado izquierdo de la puerta. Era un banco asolado y un poco insípido, triste, solitario, que estaba en busca de amor con un poco de olor a trasero.
Se sentía la incomodidad apoderarse del momento. Valerie comenzó a arreglarse un poco y se pintó los labios de un rojo más vivo y fuerte, haciendo que parezca que en sus carnosos labios fluía más sangre.
Avan comenzó a jugar con sus dedos y con sus labios. Valerie sólo veía callada las mil muecas que hacía.
—¿Qué tal si vamos a otro lado? —preguntó después de un rato Avan, rompiendo el silencio y acabando con la incomodidad.
—¿A dónde exactamente? —respondió Valerie con inquietud.
—No lo sé, pero no a una hamburguesería, por favor.
Ambos subieron a el auto de Avan, y él comenzó a manejar desapresuradamente. Valerie buscó alguna manera de hablar de alguna cosa en común, que no sea Amy o Rihanna, buscar alguna cosa y tal vez coincidirían en algún gusto más. Ella pensó que, tal vez, ambos tendrían más cosas en común.
—¿Y ahora? —fue nuevamente Avan quien rompió el silencio—. ¿A dónde te gustaría ir?
Valerie tenía miedo y tentación de lo que iba a decir, tenía ganas pero a la vez no, y sabía que estaba mal, lo sabía muy bien, pero no quiso resistirse más y finalmente lo dijo:
—Quiero beber.
— ¡Wow! Tranquila —expresó, agrandando sus ojos cual platos— ¿estás segura?
—Más que nunca, estoy sedienta.
Ambos se dirigieron a el bar, el mismo bar de la anterior noche. Esa noche, cuando todo se vino abajo con estrépito y bullicio, ocasionando un lío que tal vez, ya estaba un poco domado.
Valerie comenzó a sentir un olor que lo conocía muy bien: Avan comenzó a fumar. Ella sentía como él entraba cada vez más en confianza y se sentía como si estuviese en su propio hogar, pero por alguna razón eso no la incomodaba.
Comenzaba a caer la noche, el frío comenzaba a apoderarse de ese día, pero a ellos les valió mierda el frío y continuaron con el plan que estaban organizando desde el coche. Ambos entraron juntos, y la gente ociosa y curiosa comenzaba a lanzar miradas y a hacer pitidos.
—¡Pero miren quienes han vuelto! —gritó una voz masculina. Al parecer era el mismo que levantó a Valerie de Avan— ¡la pareja compulsiva!
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Psicodelia: Dueños Del Delirio. #PGP2024
Lãng mạn«Avan no podrá ver los demonios que creó en la cabeza de Valerie». Ella es una alcohólica. Él es un adicto. Valerie y Avan. Dos almas tormentosas, llenas de fastidios y rencores creados por ellos mismos y sus adicciones. Pero, gracias a s...