«Avan no podrá ver los demonios que creó en la cabeza de Valerie».
Ella es una alcohólica.
Él es un adicto.
Valerie y Avan. Dos almas tormentosas, llenas de fastidios y rencores creados por ellos mismos y sus adicciones.
Pero, gracias a s...
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Domingo, 28 de Junio del 2008. 11:15 A.M
La chica aún no se la creía que era ya un mes. Estaba emocionada y excitada por ya estar a lado de su pareja un mes entero de firma totalmente oficial.
Su aniversario era el 28 de cada mes, y como ese era el primero, tenía que ser totalmente especial y hermoso para cada uno de la pareja. Valerie despertó con ansias. Se había hecho tratamientos durante toda la semana para su cabello oscuro. Estaba dañado, pero se ponía en su cabello tratamientos que parecían que no darían efecto jamás, pero sí sucedió. Aveces se ponía mayonesa con frutilla a las puntas para evitar el frizzado; le hizo muy buen efecto.
Su cabello estaba lleno de glamour y extravagancia. Avan y ella decidieron salir durante todo esa tarde; desde el almuerzo hasta la noche. Valerie no sabe exactamente qué harían esa noche. Era todo sorpresa. Valerie salió del apartamento con jeans y una sudadera amarilla. La mañana tenía la presencia del viento, lo que hacía que su cabello bailase al compás del viento como una diva. El centro comercial era hermoso y enorme. Sus tiendas se consideraban como las más cómodas para el cliente, con espacios espaciosos y productos económicos. La razón por la cual Valerie estaba allí.
El momento adecuado para ir a comprar algo para una persona en un día especial y amado por los integrantes del amor que confirmaban, sería un día antes. Inclusive dos días antes. Pero como Valerie pierde la mirada en cómo una mosca vuela en su techo como si estuviese encerrada en paredes invisibles, se olvidó de ir a comprar algún regalo para su novio.
Ay, Valerie.
Tenía muchas opciones en mente: Un reloj de marca. Un kit de herramientas para su auto. Un reproductor de vinilos totalmente nuevos. También iba a comprar algunos discos: American Idiot, Good Girl Gone Bad, In Rainbows, Music of the Sun, etc.
Avan es amante de vinilos pero no tiene los que les gusta. Ironía.
El centro comercial estaba lleno de gente. Algunas personas buscaban cosas útiles para su hogar, como podadoras de césped o alguna otra herramienta. Otras buscaban algún adorno u otro placer que se daban el lujo de conceder, como un teléfono celular de última generación —de esos que tienen cámara y la pantalla se despliega, o los más recientes e innovadores: los "táctiles"— o una cámara fotográfica. Algo electrónico o un pantalón y blusa. Otros estaban por la misma razón que Valerie. Buscar algún regalo.
En el mismo lugar, la chica compró una malteada de frambuesa con crema batida. Exquisito para su paladar. Pero quiso dar un pequeño gusto, como la gente que se compraba el nuevo celular. Compró una pequeña botella Jack Daniels y agregó unos leves chorros —mitad de la mini botella— a su malteada. Con eso se sentía satisfecha.
Dijo que no volvería a beber. Dejar el vicio sin tener que ir a Alcohólicos Anónimos. Pero, ¿qué es un pequeño gusto?
Agarró la botella con el poco contenido que sobraba y la botó al basurero más cercano. Probó un pequeño sorbo al resultado de su malteada con el licor, y se sintió asqueada.
