Capítulo 14: La primera cita.

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La canción en multimedia me ayudó a escribir este capítulo (si no sabían, AMO a Lana Del Rey), ya que al inicio estaba  con la mente en blanco y no podía escribir este capítulo, hasta que escuché esta obra de arte.

"If you're stay with me, I can take you higher, and higher"

"If you're stay with me, I can take you higher, and higher"

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Valerie.

Mis ovarios decidieron organizarse para atormentar lo que resultaría ser uno de los mejores días de mi vida. Olvidé completamente que ese día caería mi período, además, no es tan regular como un reloj, sino todo lo contrario: Cuando debería caer en un 15 de cualquier mes, cae en un 5 ó en cualquier día menos en el día 15.

  Mi cuerpo se reía de la felicidad que adquirí, causando que mi furia y frustración renazca nuevamente de forma más estrepitosa y gigantesca. Avan posó su brazo sobre mi hombro. Nuestros pasos estaban sincronizados. Mientras caminábamos, con su brazo encima mi hombro, me sentí segura y a salvo en esos instantes, protegida por el hombre que tendría que ser mi acompañante de vida (me precipito demasiado. Si comienzas a gustarme, probablemente ya estaré planeando nuestra lista de invitados a nuestra boda). 

 No tenía idea de a dónde me llevaría Avan. Al principio creí que me llevaría al restaurante italiano de la primera vez, lujoso y llamativo por el edificio en sí. Pero, sinceramente, no me gustaría que me llevase a esos tipos de lugares, en los cuales la gente tiende a sonreír innecesariamente, mostrándose felices en un mundo donde la felicidad realmente no existe, un mundo como la realidad.

  Su auto tenía un olor diferente, lo que antes se podía reconocer a nada, ahora huele a perfume aromatizado para autos, con fragancia a menta probablemente. 

—¿A dónde me llevarás? —inquirí, levantando las cejas y enseñando una leve y pícara sonrisa.

—Ya verás —se limitó a decir Avan.

El trayecto hasta el lugar misterioso resultó familiar para mí. Ya había visto antes esas calles y avenidas por las cuales estábamos pasando. Aunque era de noche, gran parte de las calles estaban oscuras, se lograba ver un poco de lo que de día se podría reconocer al primer instante.  

  El auto se estacionó frente a un lugar luminoso y lleno de buenas vibras que se lograban sentir desde donde estábamos. En el Cactus.

—El Cactus... —susurré, sinceramente no lo vi venir. Creí que sería un lugar distinto, uno que yo no conozca y que sea nuevo para mí.

—Después te sentirás mejor —me aseguró con convicción.

Entramos al bar, y como la anterior vez, sentí un aura alegre, que me causó un torbellino de sensaciones buenas. Era como si entrara a una burbuja y el ambiente que sólo vive dentro de ella me golpease de forma brusca, pero hacía que se sintiera aliviada. Avan me sonrió, demostrándome, no sé que quería demostrarme con esa sonrisa. 

Psicodelia: Dueños Del Delirio. #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora